En un acto de brutal violencia, el padre Marcelo Pérez Pérez, un destacado sacerdote y defensor de los derechos de los pueblos indígenas, fue asesinado el domingo mientras se dirigía a oficiar misa en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Este trágico suceso ha conmocionado a la comunidad católica y a la sociedad en general, que exigen justicia y seguridad en la región.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo condenó enérgicamente el crimen y aseguró que se está llevando a cabo una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y castigar a los responsables. La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, también se pronunció, expresando la solidaridad del gobierno federal con la comunidad católica y su compromiso de que este crimen no quedará impune.
El padre Marcelo Pérez Pérez era una voz conocida en la exigencia de paz en Chiapas, habiendo sido víctima de amenazas y agresiones en los últimos años. A pesar de contar con una orden de protección emitida por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el sacerdote viajaba solo en el momento del atentado que le costó la vida.
La Compañía de Jesús condenó el crimen y pidió a las autoridades de los tres órdenes de gobierno que protejan a las comunidades chiapanecas, que han sido asediadas por el crimen organizado. El padre Marcelo era uno de los personajes más activos en la lucha por la paz en la región, y su asesinato es un duro golpe para quienes buscan justicia y seguridad en Chiapas.
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