Un malentendido con toneladas de polémica
Lo que comenzó como un operativo antidrogas rutinario se convirtió en un tenso intercambio diplomático entre México y El Salvador. El detonante: una avioneta con 428 kilos de cocaína valuados en 96 millones de pesos, cuyo origen se disputan ambos gobiernos.
Las versiones encontradas
Omar García Harfuch, secretario de Seguridad mexicano, informó inicialmente que la aeronave provenía de El Salvador. Horas después, Nayib Bukele, presidente salvadoreño, salió al quite con datos técnicos y mapas que, según él, demuestran que la nave venía de Costa Rica.
- Bukele presentó imágenes de radar avaladas por el Comando Sur de EU
- García Harfuch mostró su propia evidencia de seguimiento aéreo
- Ambos coinciden en que los tres detenidos son mexicanos
La batalla de los radares
El punto central del conflicto gira en torno a datos técnicos contradictorios:
Bukele asegura que sus radares nunca detectaron la nave, mientras que México insiste en que fue rastreada desde 200 km al sur de San Salvador. La presidenta Claudia Sheinbaum intentó calmar las aguas, pero el presidente salvadoreño exige una rectificación formal.
Lo que está en juego
Para Bukele, reconocido por su mano dura contra el crimen, esta acusación podría manchar su imagen de líder anticrimen. Para México, se trata de defender la veracidad de sus sistemas de inteligencia aérea. Mientras tanto, 428 kilos de cocaína esperan como mudo testigo de este pulso diplomático.
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