La reforma al Poder Judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador ha desatado una tormenta de críticas y preocupaciones a nivel nacional e internacional. Mientras el mandatario defiende los cambios como una respuesta al clamor popular por una justicia más austera e independiente, los detractores advierten que esto podría poner en riesgo la autonomía del sistema judicial.
La iniciativa plantea la elección popular de los integrantes de la Suprema Corte de Justicia, el Tribunal Electoral y un nuevo Tribunal de Disciplina Judicial. Para algunos expertos, esto socavaría la carrera judicial y la preparación de los trabajadores que han dedicado años a escalar posiciones dentro del Poder Judicial.
“Hay trabajadores que tienen 15 años aspirando a ser jueces, han recorrido todo el camino judicial de preparación y esta reforma podría impedirlo porque se enfrentarían a una elección popular para la que no se han preparado”, explica Jorge Camargo, exdirector de Comunicación Social del Consejo de la Judicatura Federal.
La reforma ha generado un paro de labores sin precedentes en el Poder Judicial, críticas del Gobierno de Estados Unidos y desconfianza en los mercados bursátiles. ¿Será esta la última gran iniciativa del actual Gobierno o una reforma que sumirá a México en el caos?
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