Un silencio que habla más que las campanas
Las campanas de la Basílica de San Pedro no anunciaron una celebración esta vez. Su repique marcó el inicio de un momento histórico: el comienzo del proceso para elegir al próximo líder de la Iglesia Católica. En los majestuosos pasillos del Vaticano, donde la historia se respira como incienso, 135 cardenales de 71 países diferentes cargan con una decisión que definirá el futuro de 1.300 millones de católicos.
El último adiós a un pontífice revolucionario
Mientras los guardias suizos custodian el sencillo ataúd de madera de Francisco en la Casa Santa Marta, el mundo se prepara para despedir al Papa que desafió convenciones. Su funeral, programado para el 26 de abril, será un evento sin precedentes: una mezcla de ceremonia religiosa, acto político global y homenaje popular al “Papa de los últimos”.
El reloj del cónclave comienza a correr
Tras los nueve días de misas fúnebres (los Novediales), los cardenales entrarán en la Capilla Sixtina entre el 5 y el 10 de mayo. Allí, bajo los frescos de Miguel Ángel, decidirán si continúan el legado reformista de Francisco o marcan un nuevo rumbo para la Iglesia.
Las grandes preguntas sobre el futuro papal
- ¿Será África, el continente con mayor crecimiento católico, la cuna del próximo Papa?
- ¿Optarán por un líder conservador o por alguien que profundice las reformas?
- ¿Volverá el papado a América Latina o cruzará nuevas fronteras geográficas?
Mientras los purpurados intercambian miradas cargadas de significado en los claustros vaticanos, la Plaza San Pedro se llena de fieles que rezan y especulan. La historia está a punto de escribirse, y todo el mundo observa.
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