En una mañana de febrero, el Papa Francisco, de 88 años, ingresó en el Hospital Policlínico Agostino Gemelli de Roma para someterse a un tratamiento contra la bronquitis que lo ha aquejado en los últimos días.
Según la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Sumo Pontífice fue hospitalizado “para someterse a algunas pruebas diagnósticas necesarias y continuar en ambiente hospitalario su tratamiento contra la bronquitis, que aún continúa”.
El Santo Padre ha mostrado síntomas de bronquitis desde principios de la semana pasada, lo que lo ha obligado a cancelar algunas de sus actividades públicas. El miércoles 5 de febrero, el Papa se disculpó por no poder leer su catequesis en la Audiencia General, explicando que padecía “un fuerte resfriado”.
Posteriormente, el Vaticano confirmó que se trataba de una bronquitis, provocada por la inflamación del revestimiento de los bronquios que hacen que respire con dificultad. Desde entonces, el Papa ha tenido que celebrar algunas audiencias en su residencia, la Casa Santa Marta, para evitar exponerse al frío invernal.
Esta no es la primera vez que el Papa Francisco ha sido hospitalizado en los últimos años. En 2024, fue ingresado por “síntomas leves parecidos a la gripe, sin fiebre”, y en 2023 estuvo hospitalizado durante tres días por otra bronquitis.
A pesar de estos contratiempos de salud, el Papa Francisco ha mantenido una apretada agenda, demostrando su compromiso inquebrantable con su misión. ¡Manténgase al tanto de las últimas novedades sobre la salud del Sumo Pontífice en N24!