En la página 29 de la edición digital del Diario Oficial de la Federación del miércoles, decía que mientras prevalezca la emergencia sanitaria, la construcción, la minería y la fabricación de equipo de transporte se considerarán como actividades esenciales, y que a partir del 18 de mayo, las actividades esenciales establecerán estrictos protocolos de protección para todos sus trabajadores. Diversas empresas del sector dieron por hecho que a partir del 18 de mayo tendrían luz verde para arrancar sus planes escalonados de reinicio de operaciones.
Pero tras bajar el documento, borrar la página 29 y publicar otro nuevo el jueves en el Diario Oficial de la Federación, las plantas de autopartes y de vehículos amanecieron hoy con la noticia de que finalmente no podrán arrancar operaciones sino hasta el 1 de junio.
“Lo que hicieron no fue una fe de erratas, nos cambiaron el acuerdo. Con lo publicado en el DOF el día de hoy, las plantas no pueden empezar a operar el 18 [de mayo]”, dijo en videoconferencia Eduardo Solís, miembro del consejo directivo de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) y consultor independiente en comercio exterior, inversión y manufactura. “Me parece que esto fue resultado de esta lucha de fuerza que hay en el gobierno entre el tema de salud y el tema económico”, añadió.
A diferencia de lo publicado ayer, el artículo cuarto del Acuerdo por el que se establece una estrategia para la reapertura de las actividades sociales, educativas y económicas, publicado este jueves en el DOF, ahora estipula que del 18 al 31 de mayo de 2020, las empresas del sector implementarán los lineamientos de seguridad sanitaria en el entorno laboral, que publique la Secretaría de Salud, en coordinación con las secretarías de Economía y del Trabajo y Previsión Social, así como con el Instituto Mexicano del Seguro Social.
“Esto nos quita la posibilidad de tener un reinicio gradual de las operaciones como ya lo habíamos planeado”, dijo Solís, quien explicó que las empresas ya estaban listas para arrancar el lunes. En las últimas semanas habían trabajado en protocolos elaborados a partir de las recomendaciones del IMSS, de la Organización Mundial de la Salud y de sus filiales estadounidenses, europeas y asiáticas.
El representante del sector en la Concamin dijo que la industria había planeado un reinicio escalonado, con el mínimo necesario de empleados en las líneas de producción y aprovechando el 5% o 10% de la capacidad instalada. “Una planta de 1,000 personas, por dar un ejemplo, arrancaría con 50 personas nada más”, dijo Solís.
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Pero, tras la modificación hecha al DOF, los fabricantes tendrán que esperar hasta el 1 de junio para arrancar producción, independientemente de las disposiciones municipales y estatales.
“Si la federación no abre la posibilidad [de arrancar operaciones], los gobernadores no puede hacerlo por su cuenta. Si una planta, aunque haya empezado operaciones con el permiso estatal podría ser cerrada por los inspectores federales con base en el acuerdo publicado esta mañana”, dijo.