En una acción militar sin precedentes, el ejército israelí ha lanzado una serie de ataques aéreos contra objetivos clave en Irán. Según informes, las fuerzas de defensa aérea iraníes reconocieron los ataques, pero afirmaron que solo causaron “daños limitados”.
Los bombardeos, que tuvieron lugar en las provincias de Teherán, Juzestán e Ilam, apuntaron a instalaciones de producción de misiles, baterías de proyectiles tierra-aire y otras capacidades aéreas del país. Las defensas antiaéreas se activaron en la capital y en otras regiones, lo que provocó múltiples explosiones durante varias horas.
“Si Irán comienza una nueva ronda de escalada, nos veremos obligados a responder y le haremos pagar un alto precio”, advirtió el portavoz militar israelí, Daniel Hagari.
Por su parte, Estados Unidos instó a Irán a detener los ataques contra Israel para romper el ciclo de violencia. La Casa Blanca consideró que el ataque israelí fue “limitado” y “proporcional”, sin afectar la infraestructura energética o las instalaciones nucleares de Irán.
Esta escalada genera temores de una conflagración regional, con una posible guerra abierta entre Israel y su archienemigo Irán, junto con sus aliados en países vecinos.
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