La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el orgullo académico de la nación, enfrenta un desafío financiero sin precedentes. Según el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2025, la máxima casa de estudios sufrirá un recorte del 9.5% en su presupuesto, a pesar de las promesas de la presidenta Claudia Sheinbaum de mantener un aumento acorde a la inflación.
Este golpe al corazón de la educación superior pública pone en riesgo la calidad de la enseñanza, la investigación y la difusión cultural que la UNAM ha cultivado durante décadas. La institución advierte que la reducción afectará directamente a cerca de 110,000 estudiantes provenientes de hogares vulnerables, quienes dependen de las becas universitarias.
“La suficiencia de recursos es primordial para impartir una educación superior pública de calidad”, señala la UNAM en un comunicado. “Se requiere de una inversión sostenida para la atención de 373,000 estudiantes, para infraestructura, para la actualización de programas académicos y para el desarrollo de la investigación y la difusión de la cultura”.
La universidad confía en que la sensibilidad de los diputados prevalezca y se realice un ajuste al PEF antes de su aprobación final. Sheinbaum había prometido no reducir el presupuesto a las universidades autónomas, y la UNAM espera que su palabra se cumpla.
En tiempos de austeridad, la UNAM ha demostrado ser eficiente en el uso de sus recursos y transparente en la rendición de cuentas. Ahora, más que nunca, necesita el apoyo del Gobierno para mantener su excelencia académica y su compromiso con la educación pública de calidad.
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