Acapulco, el icónico destino turístico de México, se encuentra sumergido bajo las aguas después del paso devastador del huracán John. Esta poderosa tormenta, que ha sido degradada a baja presión remanente, ha dejado una estela de destrucción sin precedentes en la región.
Las imágenes aéreas muestran una ciudad irreconocible, con calles convertidas en ríos y casas completamente inundadas. Los daños materiales son incalculables, con carreteras destrozadas, árboles caídos y techos destrozados. Lamentablemente, el huracán también ha cobrado vidas, con al menos 5 personas fallecidas, cuatro de ellas en las montañas y una en la propia Acapulco.
“Es casi imposible circular por las calles, se observan lanchas en donde hasta hace unos días transitaban autos y la vida era distinta”, describe un testigo local. La fuerza del agua ha arrastrado casas enteras, dejando a cientos de personas damnificadas que ahora luchan por sobrevivir en medio de las inundaciones.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha declarado que se están realizando operativos de rescate para sacar a los habitantes atrapados en las colonias inundadas. Sin embargo, la magnitud de la tragedia es abrumadora, y se espera que los esfuerzos de reconstrucción y recuperación tomen mucho tiempo.
A pesar de los devastadores daños, los habitantes de Acapulco mantienen la esperanza de que su amado puerto vuelva a brillar. Pero esta nueva tragedia natural sin duda marcará profundamente a la comunidad.
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