Tras las polémicas declaraciones del embajador estadounidense en México, Ken Salazar, sobre la estrategia de seguridad del gobierno anterior, la presidenta Claudia Sheinbaum respondió con firmeza, destacando las contradicciones del diplomático y reafirmando la soberanía de México.
El Embajador Salazar criticó duramente la política de “Abrazos, no Balazos” implementada por el expresidente López Obrador, alegando que el gobierno mexicano no aceptó la ayuda de 32 millones de dólares ofrecida por Estados Unidos para combatir el tráfico de armas y drogas. Sin embargo, Sheinbaum señaló que las declaraciones del embajador han sido inconsistentes, recordando que en el pasado él mismo había elogiado la cooperación entre ambos países.
“Tiene que haber consecuencia, tiene que haber lógica en las declaraciones que hace uno, no puede no declarar primero una cosa y luego declarar otra”, enfatizó la presidenta, quien resaltó que México es un país libre, independiente y soberano, y que la coordinación con Estados Unidos se da en un marco de igualdad y respeto mutuo.
Sheinbaum defendió la estrategia de seguridad del gobierno anterior, recordando los logros en la captura de objetivos clave del crimen organizado. Además, recalcó que la colaboración entre México y Estados Unidos es fundamental, ya que comparten problemas y desafíos comunes.
¿Abrazos o balazos? La disputa entre el embajador estadounidense y la presidenta mexicana refleja las complejidades de la relación bilateral en materia de seguridad. Mientras Salazar cuestiona la efectividad de la estrategia de “Abrazos, no Balazos”, Sheinbaum reafirma la soberanía de México y la necesidad de una cooperación respetuosa y equilibrada.
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