Palenque, Chiapas – Mientras la ciudad de Palenque lucha con la falta de servicios básicos, la quinta del expresidente Andrés Manuel López Obrador, conocida como “La Chingada”, se ha transformado en un verdadero oasis de seguridad y comodidad.
Rodeada de una espesa bruma blanca y con vistas a los imponentes cerros, la propiedad de más de 13,000 metros cuadrados ha recibido una impresionante renovación en los últimos 15 días. Nuevas cámaras de vigilancia, cercas de seguridad y guardias armados custodian celosamente la entrada, creando un contraste sorprendente con el entorno descuidado de la ciudad.
El periodista pudo constatar los cambios: una banqueta recién construida, bardas pintadas de blanco brillante y la desaparición de pequeñas paredes que antes permitían a los transeúntes observar el interior. Incluso la alberca vecina cuenta con su propio sistema de vigilancia, con guardias que vigilan con recelo a cualquier curioso.
A diferencia de su residencia en Tlalpan, Ciudad de México, donde los visitantes solían acercarse, el zaguán de “La Chingada” permanece solitario, ya que los habitantes de Palenque han atendido el llamado del expresidente de no ir a buscarlo.
Mientras tanto, a solo cinco minutos de la finca, se encuentra la recién inaugurada Clínica Hospital del ISSSTE, que aún espera la visita del exmandatario para darse de alta. Los vecinos de AMLO son en su mayoría comerciantes, y el barrio que lo rodea es ruidoso y lleno de actividad.
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