Parece ser que Sony está viéndole las orejas al lobo y se está retractando de sus propias palabras, en lo que respecta al bloqueo de la compra de Activision Blizzard. Como ya sabréis, Sony fue la principal instigadora del bloqueo del acuerdo, presumiblemente junto a Google. Tal y como confesó Lulu Cheng, responsable de comunicaciones de Activision Blizzard, la finalidad de Jim Ryan fue, en todo momento, que el acuerdo no se realizara, costara lo que costara. Pero parece ser que Sony no contaba con que Microsoft y Activision Blizzard llevaran el asunto a sus máximas consecuencias, con recurso ante el Tribunal de la Competencia.
El recurso ha puesto contra las cuerdas a la CMA, pero también podría afectar a Sony. La decisión de la CMA ya está teniendo consecuencias para la economía británica, con depreciación de su valor y fuga de algunas de ellas a otros territorios. Fuga que podría darse también en las sedes de Microsoft y Activision Blizzard. Pero además, en caso de que el proceso judicial siga su curso, Microsoft podría llamar a declarar a miembros de Sony, en caso de que les interesara a nivel de defensa, por ser la principal opositora en el proceso ante la CMA y por que la propia CMA ha hecho valer los argumentos de Sony como principal fundamento a su decisión.
El Director Ejecutivo de Sony admite que Sony mintió en sus conclusiones ante la CMA por los juegos en la nube:
En todo caso, parece ser que el miedo empieza a apoderarse de la casa de PlayStation en el proceso ante el CAT o que Sony cuenta con una posición desfavorecida en términos de la nube, frente a Microsoft, y Yoshida quiere contrarrestar esa imagen. Esas parecen las únicas explicaciones que podemos darle al reciente giro argumental que llega de manos del mismísimo Kenichiro Yoshida, Director Ejecutivo de Sony, que encajarían con las declaraciones de Jim Ryan respecto a los planes agresivos de Sony en la nube.
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En todo caso, en una reciente entrevista, Yoshida ha tirado por tierra uno de los principales argumentos de Sony para bloquear la compra de Activision Blizzard, consistente en una supuesta posición monopolista de Microsoft en la nube a la que la compra podría dar lugar para decir, de buenas a primeras, que ahora mismo la nube no está tan desarrollada como para competir con las consolas.
«Creo que la nube es un modelo de negocios increíble, pero cuando se trata de juegos, las dificultades técnicas son elevadas. Así que habrá retos en lo que respecta a la nube y queremos aceptarlos», ha comentado la nube», podemos leer a través de la cuenta de Twitter de @PostUp_SOG.
Yoshida ha añadido además que los juegos en la nube son «engañosos», minimizando el riesgo que pueden provocar en el mercado de consolas y siendo una tecnología en la que su rival, Microsoft, ha apostado con fuerza. Y así, de buenas a primeras, Yoshida ha tirado por tierra ese constante miedo de Sony a que Microsoft abusara de su posición dominante en la nube. Una amenaza que no dejó de repetir a lo largo del proceso en la CMA, que ahora por lo visto no existe y del que os dejamos algunas perlas sacadas de la respuesta de Sony, a las conclusiones provisionales, de fecha de 16 de marzo de 2023.
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Esto dijo Sony en sus alegaciones ante la CMA:
«IV. El acuerdo reducirá la competencia en el creciente mercado de juegos en la nube Tomando como referencia los documentos internos de Microsoft y las pruebas ofrecidas por third-parties, la CMA entiende que ‘los juegos en la nube continuarán creciendo y que muy probablemente serán rentables en los próximos cinco años’. 31. Otros participantes del mercado están de acuerdo. Las conclusiones provisionales se refieren a rivales que mencionan, entre otros aspectos, que ‘las barreras tecnológicas del streaming… están reduciéndose rápidamente’, que ‘esperan que los juegos en la nube aumenten sustancialmente y finalmente sustituyan a las consolas’ y que ‘muchos usuarios se pasarán a la nube’. Las conclusiones provisionales también se refieren a los analistas del mercado que apoyan la idea de que los juegos en la nube van a crecer, con algunas estimaciones que versan sobre ‘un aumento de casi el tripe en términos de base de usuarios… y más del cuádruple en términos de gasto’ en 2024.
Es decir: por un lado Sony, en sus conclusiones ante la CMA, atribuyó a los juegos en la nube tal importancia que podían incluso sustituir a las consolas. Pero el mismo Yoshida ha entendido que, en lo relativo a los juegos en la nube, aún hay dificultades técnicas que impiden que sustituyan a las consolas. Dos ideas totalmente contradictorias, que además han sido el fundamento para que la CMA rechace la compra.
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32. Las conclusiones provisionales estiman que el hecho de que Microsoft haga del contenido de Activision una exclusividad de los servicios en la nube dañará la competencia, bloqueando los servicios de la nube rivales, donde ‘hay barreras significativas de entrada y expansión’. Las conclusiones provisionales explican que el acuerdo provocará un daño exagerado, dado el hecho de que Microsoft está en ‘una posición fuerte y única en el mercado de servicios en la nube’. Microsoft tiene ventajas estructurales y de costes ‘que provienen de poseer Windows, Azure y el catálogo de los juegos de Xbox combinados’ y dadas las ventajas que derivan de su vasto ecosistema, ventajas que ‘ninguno de sus rivales puede igualar’.
De nuevo, Sony se contradice: bien entiende el mercado de la nube como un mercado creciente, que aún no es ninguna amenaza, bien entiende que se trata de un ‘vasto ecosistema’ en el que Microsoft tiene ventajas estructurales, que lo convierten en un dominador del mercado. ¿En qué quedamos, Sony?
