¿Alguna vez te has preguntado cómo es la vida a 400 kilómetros sobre la Tierra? Tres experimentados astronautas nos revelan los secretos para sobrevivir en la Estación Espacial Internacional (EEI).
Desde el olor del espacio hasta los desafíos de la higiene personal, estos valientes exploradores nos dan un vistazo íntimo a su día a día en la gran burbuja de vida que es la EEI.
“Tiene el mejor saco de dormir del mundo”, nos cuenta Nicole Stott, astronauta de la NASA que pasó 104 días en órbita. Los compartimentos de la estación, del tamaño de una cabina telefónica, albergan computadoras portátiles y rincones para objetos personales.
Pero la vida en el espacio no es todo comodidad. “Sentía que el sudor crecía en mi cuero cabelludo. Tenía que pasarme un hisopo por la cabeza. No querrías sacudirlo porque saldría volando por todas partes”, advierte Stott sobre los retos de la higiene.
Y cuando se trata de comida, las cosas pueden ponerse aún más interesantes. “Alguien abría una lata, por ejemplo, de carne y salsa, y todo el mundo estaba alerta porque salían pequeñas bolas de grasa”, recuerda Stott.
A pesar de estos desafíos, los astronautas encuentran maneras de disfrutar de su tiempo en la EEI. “Podemos dormir ocho horas, pero la mayoría de la gente se queda pegada a la ventana mirando a la Tierra”, dice Stott.
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