El cáncer de mama es curable si de detecta a tiempo. | Foto: Getty Images.
¿Te encontraste una “bolita” en el pecho y no sabes qué hacer?. Una especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explica de forma muy sencilla qué debes hacer en este caso si perteneces al Instituto Mexicano del Seguro social (IMSS) o si no tienes ningún tipo de seguridad social.
¿Qué hago y a dónde voy si me encontré una “bolita” en el seno?
La doctora Patricia Alanís López, de la Facultad de Medicina de la UNAM, señala que al palpar un nódulo es normal preocuparse, sin embargo, advierte que “no debemos quedarnos calladas, busquemos una opinión médica, de preferencia la asesoría de un especialista en oncología y ginecología”, así como seguir las indicaciones y tratamiento sugerido.
Si perteneces al IMSS
Si eres paciente derechohabiente del IMSS y te tocas un nódulo o “bolita” en la glándula mamaria, Alanís López, sugiere seguir las siguientes recomendaciones:
Inmediatamente después de detectar un nódulo o “bolita” en el pecho la paciente deberá acudir a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) que le corresponde. Ahí, el médico familiar realizará una nueva exploración y en caso de ser necesario solicitará estudios de imagen los cuales pueden ser una mastografía o un ultrasonido.
Tras recibir los resultados, el médico deberá entregar al paciente una “hoja de referencia” para acudir a un segundo nivel de atención médica, específicamente en el servicio de ginecología, oncología quirúrgica o ginecología oncológica para realizar una biopsia y obtener así un reporte de patología.
Sin embargo, también es posible que, según consideraciones del médico familiar, las pacientes puedan ser referidas a una de las 10 Clínicas de la Mama del IMSS que hay a nivel nacional donde se realiza detección oportuna y diagnóstico.
En caso de que el diagnóstico sea positivo a cáncer de mama, los médicos tratantes podrán referir al paciente a un hospital de tercer nivel, donde se proporcionará un tratamiento oportuno.
De acuerdo con la especialista, en el caso del IMSS, el primer nivel de atención está enfocado a la detección oportuna, mientras que el segundo nivel, que son los hospitales generales pueden contar con especialidades en oncología y ginecología para ofrecer atención quirúrgica y realizar la biopsia, y finalmente los hospitales de tercer nivel como el Centro Médico Nacional Siglo XXI o el Centro Médico Nacional La Raza, están enfocados en el tratamiento de radioterapia y quimioterapia.
Si no cuentas con seguridad social
Alanís López señala que en el caso de los pacientes que no cuentan con seguridad social, estos deben realizar la misma ruta de atención, pero en los hospitales públicos a cargo de la Secretaría de Salud, por ejemplo:
Tras detectar una “bolita” en el pecho se debe acudir cuando antes al Centro de Salud más cercano al domicilio a una valoración por parte del médico general, quien deberá referir a los pacientes a un segundo nivel de atención.
Los hospitales de segundo nivel, son todos aquellos hospitales generales donde se pueden realizar exploraciones, estudios de imagen, procedimientos quirúrgicos e incluso tomar tratamiento.
Algunos de ellos son:
Hospital General de México
Hospital General Juárez de México
Instituto Nacional de Cancerología
Fundación Contra Cáncer de Mama (Fucam)
Hospital de la Mujer
¿En qué parte del pecho se pueden encontrar “bolitas”?
Las “bolitas” o nódulos las podemos palpar principalmente en la glándula mamaria, pero también hay otras zonas importantes relacionadas con las mamas, como son la región por arriba de la clavícula y la región axilar, donde principalmente se buscan ganglios que también son nódulos, advierte la académica universitaria.
No todas las “bolitas” son cáncer, ¿cómo saberlo?
La académica asegura que “no todos los nódulos mamarios son malignos”, lo cual es una buena noticia. De hecho, en mujeres menores de 40 años lo más frecuente es que se trate de nódulos benignos, los más frecuentes llamados: fibroadenoma y tumor phyllodes.
Si bien, no existe una forma de saber si un nódulo sospechoso es maligno o benigno, excepto por un reporte patológico obtenido mediante la realización de una biopsia; la experta asegura que “existen algunos datos clínicos que nos pueden hacer que sospechemos sobre malignidad”, los cuales son:
La “bolita” o nódulo está duro
Tiene bordes irregulares
Adhesión a los tejidos internos
Piel retraída
Cambios en la piel (edema de piel o piel de naranja)
Coloración de la piel
Otro factor por el que se puede sospechar de un tumor maligno es si se trata de un cáncer de tipo genético o familiar, el cual, según Alanís lópez, se da:
“En familias donde varias personas tienen el antecedente de cáncer de mama o algunos otros cánceres que se pueden asociar como el cáncer gástrico, cáncer de ovario y cáncer de endometrio”.
De acuerdo con la experta, aproximadamente entre el 10-15% de los casos de cáncer de mama corresponden a un cáncer de tipo genético, ya que la mayoría de las pacientes que presentan “bolitas malignas” no tienen un antecedente familiar de cáncer, sostiene la experta.
Cáncer de mama, ¿qué es?
El cáncer de mama un grupo de células que crecen de manera desordenada e independiente, las cuales forman tumores que tienden a invadir los tejidos mamarios, así como órganos distantes en etapas avanzadas, lo cual se conoce como metástasis.
De acuerdo con el IMSS, el cáncer de mama es el más frecuente en las mujeres, pero a partir del año 2006, gracias a la detección temprana y opciones de tratamiento, la tasa de mortalidad ha disminuido.
Factores de riesgo
Entre los factores de riesgo que existen para desarrollar cáncer de mama se encuentran:
Antecedentes de un familiar con cáncer de mama
Tener 40 años o más
Tener la primera menstruación antes de los 12 años
Usar anticonceptivos hormonales por más de 5 años
Tener el primer hijo después de los 30 años
No haber tenido hijos
Tener la última menstruación después de los 52 años
Tomar hormonas para la menopausia
Obesidad
También existen otros factores de riesgo, los cuales se relacionan con el estilo de vida de las personas, como son:
Alimentación rica en carbohidratos y baja en fibra
Dieta rica en grasas tanto animales como ácidos grasos trans
Obesidad, principalmente en la postmenopausia
Sedentarismo
Consumo de alcohol mayor a 15 gramos al día
Tabaquismo
El cáncer de mama es curable si se detecta a tiempo
De acuerdo con los expertos, el cáncer de mama es curable si se detecta a tiempo, de ahí la importancia de la exploración mamaria recurrente.
La detección del cáncer de mama puede realizarse mediante una exploración médica, la autoexploración y la realización de mastrografías en el caso de mujeres de entre 40 a 69 años de edad.
Exploración mamaría
Conocer los senos es de vital importancia, de ahí la importancia de la autoexploración mensual, ya que de esta forma es posible detectar cualquier cambio y detectar a tiempo el cáncer.
En el caso del IMSS, al acudir a la Unidad Médico Familiar (UMF), personal capacitado ofrecerá la “exploración clínica de mamas”, que consiste en un examen con dos fases: la observación y la palpación. Esta actividad se practica a partir de los 25 años de edad.
En caso de que la exploración sea normal, se recomendarán volver a realizarla en un año, pero si encuentran alguna anomalía, se canalizará el caso al médico familiar para una nueva valoración.
Autoexploración
La autoexploración debe realizarse siete días después de la menstruación, en caso de ya no reglar deberá fijarse un día al mes. En caso de olvidar la fecha programada deberá realizarse cuanto antes, ya que lo más importante es hacerlo periódicamente, conocer lo que es normal y cómo se sienten las mamas dependiendo del periodo del mes, la edad o de ciertas circunstancias como el embarazo.
¿Cómo autoexplorarse?
Observa:
Frente al espejo, busca cambios en la forma, tamaño o superficie de la piel; especialmente hundimientos, inflación, enrojecimiento o ulceraciones. Este procedimiento deberás hacerlo con los brazos a los lados, las manos detrás de la cabeza, los codos y hombros ligeramente hacia adelante y con las manos en la cintura.
Toca:
Frente al espejo o durante el baño, busca “bolitas”, zonas dolorosas, abultamientos o consistencia diferente al resto de la mama.
Este procedimiento debe hacerse de la siguiente manera:
De pie: la mano derecha en la nuca, con la izquierda toca el pecho derecho. Comienza desde arriba palpando alrededor de la mama y luego en la parte del centro. Posteriormente, revisa toda la axila y al final aprieta el pezón para ver si hay salida anormal de líquido. Explora el otro pecho de la misma manera.
la mano derecha en la nuca, con la izquierda toca el pecho derecho. Comienza desde arriba palpando alrededor de la mama y luego en la parte del centro. Posteriormente, revisa toda la axila y al final aprieta el pezón para ver si hay salida anormal de líquido. Explora el otro pecho de la misma manera. Acostada: con una almohada pequeña o toalla enrollada debajo del hombro derecho, pon la mano derecha en la nuca, con la mano izquierda revisar el pecho derecho, palpa de la misma manera que lo hiciste estando de pie. Haz lo mismo para explorar el seno izquierdo.
El IMSS destaca que la mayoría de los cambios anormales en las mamas no son causados por cáncer, pero se debe acudir sin retraso con el médico, para que valore la necesidad de estudios que descarten el padecimiento.
Mastografía
La mastografía es un estudio de rayos “X” que se recomienda a mujeres de 40 a 69 años de edad, sin signos, ni síntomas de cáncer (asintomáticas) y tiene como propósito detectar anormalidades en las mamas, que no se pueden percibir por la observación o la palpación.
Las mastografías buscan detectar cambios o anormalidades en los tejidos del seno que con el tiempo pueden convertirse en problemas. Con ellas se pueden descubrir pequeños nódulos o masas que no los puede sentir una persona.
Si se descubre alguna anormalidad mediante la mastografía se requerirán estudios adicionales para descartar o confirmar el diagnóstico. En caso de que el resultado sea normal, se citará a un nuevo estudio en dos años.
El estudio consiste en tomar dos radiografías de cada mama: de los lados y de arriba hacia abajo y tarda aproximadamente 15 minutos y causa molestias que son tolerables ya que se requiere comprimir el pecho.
