La vitamina que falta cuando se sufre de presión arterial alta

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La presión arterial alta, también conocida como hipertensión, afecta a millones de personas en todo el mundo y es un factor de riesgo significativo para enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, investigaciones recientes han revelado que la vitamina E podría desempeñar un papel crucial en la prevención de esta afección, ofreciendo un enfoque natural para el mantenimiento de la salud cardiovascular.

La hipertensión se caracteriza por una presión arterial persistente y elevada en las arterias. Entre las causas subyacentes se encuentran la acumulación de placa en las arterias, el estrechamiento de los vasos sanguíneos, así como una serie de factores de riesgo, como la dieta poco saludable, la falta de actividad física, el consumo excesivo de sal y la genética.

La vitamina E se puede consumir en cápsulas; sin embargo, siempre debe ser recomendada por un médico. (Imagen de referencia) | Foto: Getty Images

La vitamina E, un antioxidante liposoluble, ha sido objeto de estudio en relación con su potencial para contrarrestar la presión arterial alta. Según una investigación publicada en la revista Clinical Nutrition, la vitamina E puede contribuir a la dilatación de los vasos sanguíneos y mejorar la función endotelial, lo que a su vez puede ayudar a reducir la presión arterial. Además, este antioxidante puede ayudar a proteger las células del estrés oxidativo, que está relacionado con el daño a los vasos sanguíneos y la inflamación.

El estudio también señala que la vitamina E puede colaborar en la mejora de la elasticidad de las arterias, lo que facilita el flujo sanguíneo y la regulación de la presión arterial. Sin embargo, es importante destacar que aunque la investigación muestra prometedores vínculos entre la vitamina E y la salud cardiovascular, no debe considerarse como un reemplazo absoluto de los tratamientos médicos tradicionales.

La prevención y el manejo de la presión arterial alta deben considerarse como un enfoque holístico, que abarca hábitos de vida saludables y decisiones dietéticas informadas. La Asociación Americana del Corazón recomienda reducir el consumo de sal, aumentar la actividad física, mantener un peso saludable y seguir una dieta rica en frutas, verduras y granos integrales.

Las frutas y verduras hacen parte esencial de la alimentación saludable. En ellas se encuentran grandes cantidades de vitamina E. (Imagen de referencia) | Foto: Getty Images

Alimentos que contienen vitamina E

La vitamina E se encuentra en una variedad de alimentos, principalmente en aquellos ricos en grasas saludables y aceites vegetales. La Mayo Clinic recomienda estos como una fuente significativa de vitamina E natural:

Aceites vegetales: Aceites como el aceite de germen de trigo, aceite de girasol, aceite de cártamo y aceite de maíz son ricos en vitamina E.

Aceites como el aceite de germen de trigo, aceite de girasol, aceite de cártamo y aceite de maíz son ricos en vitamina E. Frutos secos y semillas: Almendras, nueces, avellanas y semillas de girasol son excelentes fuentes de vitamina E.

Almendras, nueces, avellanas y semillas de girasol son excelentes fuentes de vitamina E. Aguacates: Los aguacates son ricos en grasas saludables y contienen vitamina E.

Los aguacates son ricos en grasas saludables y contienen vitamina E. Verduras de hojas verdes: Espinacas, acelgas y brócoli contienen vitamina E, aunque en menor cantidad que otros alimentos.

Pescados grasos: Pescados como el salmón, la trucha y el arenque también pueden proporcionar vitamina E.

Pescados como el salmón, la trucha y el arenque también pueden proporcionar vitamina E. Frutas: Algunas frutas como kiwis, mangos y tomates también contienen pequeñas cantidades de vitamina E.

Algunas frutas como kiwis, mangos y tomates también contienen pequeñas cantidades de vitamina E. Productos de grano entero: Cereales integrales como el trigo integral y el arroz integral pueden contener vitamina E, aunque en cantidades menores en comparación con otras fuentes.

Cereales integrales como el trigo integral y el arroz integral pueden contener vitamina E, aunque en cantidades menores en comparación con otras fuentes. Aceitunas: Las aceitunas y el aceite de oliva son fuentes adicionales de vitamina E.

Las aceitunas y el aceite de oliva son fuentes adicionales de vitamina E. Productos fortificados: Algunos alimentos procesados, como cereales para el desayuno, panes y productos lácteos, pueden estar fortificados con vitamina E.

Cabe recordar que cada persona es única y que para tratar cada caso en particular, desde causas hasta alimentación, se debe hacer de la mano de un profesional de la salud. Por eso, es aconsejable visitar a un cardiólogo y un nutricionista, ya que son las personas indicadas para formular tratamientos para quienes presentan condiciones preexistentes o, en su defecto, otras enfermedades de base.