La vitamina que acelera el metabolismo: así se consume

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Según la Organización Kids Health, el metabolismo se define como el conjunto de reacciones químicas que ocurren en las células del cuerpo para transformar los alimentos en energía, la cual es necesaria para el movimiento, crecimiento y desarrollo, así como para pensar.

Es por ello que este es uno de los procesos más vitales para el ser humano, puesto que de su correcto funcionamiento depende el estado de salud físico y mental. Sin embargo, en ocasiones las personas no son conscientes de la importancia del metabolismo y de cómo el estilo de vida puede influenciar en su desempeño.

De acuerdo con la AARP, una fundación que trabaja por las oportunidades para los adultos mayores, cada año el metabolismo se ralentiza hasta 3 % desde los 20 años. Una alimentación balanceada sumada a una actividad física regular son fundamentales para facilitar este proceso.

Los nutrientes que se pueden obtener a partir de la alimentación son esenciales para el estimular el metabolismo y propiciar el bienestar del organismo. Entre ellos, la familia de las vitaminas B se destaca por su gran variedad de propiedades para el ser humano.

¿Por qué es malo el metabolismo lento?

Ya que a partir de este proceso el cuerpo obtiene la energía que requiere para realizar sus tareas todos los días, cuando se ralentiza puede derivar en distintos problemas para la salud. El metabolismo lento puede conllevar a presentar molestias en funciones vitales como la circulación de la sangre o la respiración.

Por esa razón, sabiendo que este se puede alterar a partir de los 20 años, es importante empezar a adquirir hábitos de vida saludables, con una alimentación rica en nutrientes.

Complejo B para mejorar el metabolismo

La familia de las vitaminas B se caracteriza por su variedad de propiedades beneficiosas para el cuerpo. Se compone de diversos nutrientes que pueden favorecer el metabolismo, como la vitamina B12. De hecho, de acuerdo con el portal sobre salud masculina Men’s Health, esta vitamina se asocia a un correcto metabolismo.

Entre las propiedades que se le confieren a este grupo de vitaminas resalta que son buenas para aumentar la energía y favorecer el desempeño de los procesos que se realizan al interior del cuerpo.

Forman parte del complejo B las vitaminas B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico), B6, B7 (biotina), B12, ácido fólico.

Estas vitaminas pueden encontrarse en distintos alimentos como los vegetales de hojas verdes, fríjoles, judías, así como algunos cereales y panes.

Puesto que la mayoría de los alimentos son ricos en vitamina B, generalmente las personas no sufren de deficiencias relacionadas con este nutrientes. Sin embargo, a raíz de algunas condiciones de salud particulares es posible que algunas personas presenten dificultades para obtener los niveles de vitamina B que necesita. Las mujeres en estado de embarazo, los adultos mayores, así como los pacientes que sufren de algunas afecciones graves, han sido sometidos a tratamientos médicos o cirugías pueden necesitar un complemento de vitamina B.

No obstante, esto solo lo puede definir un profesional de la salud e indicar cuál es el suplemento más adecuado según cada necesidad particular.

No obstante, esto solo lo puede definir un profesional de la salud e indicar cuál es el suplemento más adecuado según cada necesidad particular. – Foto: Getty Images/iStockphoto

Beneficios de las vitaminas B

B1 (tiamina): este nutriente desempeña una función importante en el organismo, ya que contribuye a un correcto metabolismo. Esta se puede encontrar en carne de cerdo, semillas de girasol y el germen de trigo.

B2 (riboflavina): además de ser buena para el metabolismo, esta vitamina resalta por su acción antioxidante. Se puede obtener a partir de las vísceras, carne de res y champiñones.

B3 (niacina): la niacina es fundamental para distintos procesos del organismo y juega un rol fundamental en la producción y reparación del ADN. Está presente en alimentos como el pollo, el atún y las lentejas.

B5 (ácido pantoténico): este nutriente permite que el cuerpo pueda transformar los alimentos en energía, a su vez que participa en la producción de hormas y colesterol. Puede encontrarse en el hígado, el pescado, el yogur y el aguacate.