Una nueva y peligrosa variante del mpox (antes conocida como viruela símica) se está propagando rápidamente por África, pero los países afectados se enfrentan a una dura realidad: la falta de acceso a las vacunas.
Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la emergencia de salud pública, los expertos señalan que los costos y los obstáculos normativos están obstaculizando el despliegue de las vacunas en el continente africano.
“Nadie se va a hacer rico vendiendo vacunas a África”, advierte el catedrático emérito Stuart Blume, quien afirma que las empresas farmacéuticas solo se interesan por los mercados lucrativos de los países ricos.
Actualmente, solo existe una vacuna aprobada a nivel mundial contra el mpox, producida por la empresa danesa Bavarian Nordic. Aunque la compañía dice poder fabricar 10 millones de dosis para 2025, la falta de pedidos y las complicaciones regulatorias en los países afectados dificultan el acceso equitativo a esta herramienta vital.
La situación pone de manifiesto la desigualdad global en el ámbito de las vacunas, donde los intereses comerciales parecen primar sobre las necesidades de salud pública. Mientras los casos aumentan en África, la carrera por obtener la vacuna se convierte en una lucha contra el tiempo y la burocracia.
¿Podrán los países africanos superar estos obstáculos y garantizar el acceso a las vacunas que tanto necesitan? La respuesta podría marcar el rumbo de esta emergente crisis de salud pública.
