Ensayo publicado en The Lancet ofrece la mayor esperanza: tres medicinas juntas dan resultado

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The Lancet, una revista médica británica considerada de alta especialidad, da a conocer un ensayo sobre pruebas realizadas en Hong Kong. El resultado es inequívoco: tres medicamentos juntos aplicados en fase temprana ofrecen resultados positivos a quienes se han infectado con el nuevo coronavirus.

Ciudad de México, 12 de mayo (SinEmbargo).– El equipo de científicos de la Universidad de Hong Kong decidió combinar tres medicamentos antivirales utilizados para el tratamiento de pacientes con otros coronavirus. Y parecen haber encontrado esperanzas para el mundo.

“La triple terapia antiviral rápidamente convirtió la carga viral en negativa en todas las muestras, reduciendo así la infecciosidad del paciente”, concluyeron. Los resultados de este largo estudio ya fueron publicados en la revista especializada The Lancet.

La mezcla es interferón beta-1b, lopinavir-ritonavir y ribavirina. Si se usa de manera combinada y en etapas tempranas ayudan a curar a las personas infectadas por el virus de la pandemia. “La terapia antiviral triple convirtió rápidamente la carga viral en negativa en todas las muestras, reduciendo así la infecciosidad del paciente”, dijeron.

La investigación abarcó 127 casos, entre febrero y marzo de 2020, registrados en Hong Kong. De ellos, 86 pacientes fueron tratados con el trío de medicamentos, mientras que los 41 restantes fueron asignados como un grupo de comparación.

Las personas que recibieron el tratamiento propuesto dieron negativo por coronavirus aproximadamente en siete días luego de haber presentado los primeros síntomas. Además, esta alternativa redujo la duración de los síntomas entre cuatro y ocho días, marcando exitosamente el proceso de recuperación, a diferencia de los individuos que formaban parte del grupo de control.

“La terapia antiviral triple temprana fue segura y superior al lopinavir-ritonavir sólo para aliviar los síntomas y acortar la duración de la eliminación del virus y la estancia hospitalaria en pacientes con COVID-19, de leve a moderado”, explicaron los autores en el ensayo publicado en The Lancet.

“Nuestro ensayo demuestra que el tratamiento precoz de COVID-19, en fases de leve a moderada, con esta combinación triple de antivirales puede suprimir rápidamente la cantidad de virus en el cuerpo de un paciente, aliviar los síntomas y reducir el riesgo para los trabajadores de la salud al disminuir la duración y cantidad de diseminación viral (cuando el virus es detectable y potencialmente transmisible). Asimismo, la combinación es segura y bien tolerada por los pacientes”, dijo Kwok-Yung Yuen, quien dirigió la investigación.

“Estos hallazgos sugieren que el interferón beta 1-b puede ser un componente clave del tratamiento combinado y merece una mayor investigación”, comentó Jenny Lo, del Hospital Ruttonjee en Hong Kong, coautora.

LA MUESTRA

La revista The Lancet, que es la que publica el ensayo, explica: “Entre el 10 de febrero y el 20 de marzo de 2020 se evaluaron 144 pacientes y se reclutaron 127 pacientes. El número de pacientes examinados representó el 80 por ciento de los casos confirmados de COVID-19 en Hong Kong durante este periodo. Nueve pacientes no cumplieron los criterios de inclusión (cuatro con arritmia cardíaca de segundo y tercer grado, dos con depresión severa y tres por embarazo) y ocho pacientes rechazaron el régimen de tratamiento”.

“Un paciente en el grupo control requirió la suspensión de lopinavir – ritonavir debido a la alanina transaminasa seis veces mayor que el ULN después de 1 semana de tratamiento”, agrega. “La mediana de edad fue de 52 años (RIC 32-62); 68 (54 por ciento) pacientes eran hombres versus 59 (46 por ciento) mujeres. 51 (40 por ciento) pacientes tenían enfermedades subyacentes. La mediana del tiempo hasta el ingreso hospitalario desde el inicio de los síntomas fue de 5 días”.

RESULTADOS POSITIVOS

El ensayo, firmado por un amplio número de especialistas, dice: “El tratamiento temprano con una combinación triple de antivirales moderadamente activos es apropiado para el tratamiento de COVID-19 porque la carga viral del SARS-CoV-2 alcanza su punto máximo en el momento del inicio de los síntomas. Esto es diferente a la situación de SARS y MERS cuando el tratamiento antiviral tiene tiempo para suprimir la carga viral antes de que alcance su punto máximo alrededor de los días 7-10 después del inicio de los síntomas”.

El perfil de carga viral de COVID-19 es similar al de la influenza, que tiene una alta carga en el momento del inicio del tratamiento contra la influenza, explica. “La aparición de quasiespecies de virus de influenza resistentes durante el tratamiento se ha informado bien con el tratamiento con un solo fármaco por amantadina, baloxavir marboxil y oseltamivir en el contexto de influenza grave o enfermedades causadas por H5N1, H7N9, o en huéspedes inmunodeprimidos”.

“Por lo tanto, la combinación antiviral se consideró una opción razonable para mejorar el resultado de la influenza grave. De hecho, hemos demostrado previamente que una combinación de naproxeno y claritromicina, con actividad débil del virus de la gripe in vitro individualmente, cuando se combina con oseltamivir puede mejorar la morbilidad y la mortalidad y acortar la duración de la estancia hospitalaria en pacientes con neumonía por influenza A / H3N2″.

Además, agrega, “hemos demostrado previamente que una combinación de lopinavir – ritonavir y ribavirina redujo significativamente la mortalidad y la insuficiencia respiratoria en pacientes durante el brote de SARS de 2003. Por lo tanto, planteamos la hipótesis de que una combinación triple de medicamentos antivirales modestos podría suprimir rápidamente la alta dosis inicial carga viral, mejorar los parámetros clínicos y reducir el riesgo de los trabajadores de la salud al reducir la duración y la cantidad de la eliminación del virus de estos pacientes tratados”.

“SEGURO Y ALTAMENTE EFECTIVO”

En un apartado llamado “implicaciones de toda la evidencia disponible” dice que el estudio demostró que el tratamiento temprano con la combinación triple de terapia antiviral con interferón beta-1b, lopinavir-ritonavir y ribavirina es seguro y altamente efectivo para acortar la duración de la eliminación del virus, disminuir las respuestas a las citocinas, aliviar los síntomas y facilitar la descarga de pacientes con COVID-19 leve a moderado”.

Además, añade, “la triple terapia antiviral rápidamente convirtió la carga viral en negativa en todas las muestras, reduciendo así la infecciosidad del paciente”.

EFECTOS SECUNDARIOS

El ensayo publicado en la revista especializada sostiene que a pesar de la preocupación de los principales efectos secundarios derivados de una combinación de tres fármacos, “no se informaron diferencias significativas en la incidencia de eventos adversos entre los grupos de tratamiento en nuestra cohorte (grupo de sujetos que comparten una característica definitoria) de 127 pacientes”.

“No se produjo hemólisis por la corta duración de la dosis baja de ribavirina. No utilizamos combinaciones triples para pacientes que comenzaron el tratamiento 7 días o más después del inicio de los síntomas debido a las preocupaciones sobre los efectos secundarios proinflamatorios del interferón beta-1b, a pesar de que en la mayoría de los casos se usaron tres dosis para cada paciente”.

El estudio dice que se observó disfunción hepática en aproximadamente el 14 por ciento de estos pacientes y fue leve y autolimitada, excepto en un paciente del grupo control, en el que la hepatitis bioquímica justificó la interrupción del tratamiento con lopinavir – ritonavir.

“Nuestro estudio tuvo varias limitaciones. Este ensayo fue abierto, sin un grupo de placebo, y confundido por un subgrupo que omite el interferón beta-1b dentro del grupo de combinación, dependiendo del tiempo desde el inicio de los síntomas. Se debe considerar un ensayo posterior de fase 3 con interferón beta-1b como tratamiento principal con un grupo de control con placebo, porque la comparación de subgrupos sugirió que el interferón beta-1b parece ser un componente clave de nuestro tratamiento combinado”, sostiene.

“Nuestra ausencia de pacientes críticos no permitió la generalización de nuestros hallazgos a casos severos”, concluye en ese capítulo.