La lucha de la India contra un virus peligroso no inició con la propagación del SARS-CoV-2 en este 2020. Se remonta a 2018, cuando el estado de Kerala padeció el brote de Nipah.
De cierta manera, enfrentar a ese virus permitió que, tanto gobierno como sociedad, tuviesen nociones de cómo actuar de manera oportuna y coordinada. Pese a su alta capacidad infecciosa, las autoridades indias evitaron que el Nipah se propagara fuera del estado.
Al igual que con el COVID-19, las principales fuentes de contagio de dicho virus son los fluidos, como la saliva y la sangre; además, hasta el momento no existe una vacuna para prevenirlo y tiene una alta tasa de letalidad, estimada por la OMS en más de 70%.
Síntomas y consecuencias del virus Nipah
La transmisión a humanos del virus Nipah, considerado una zoonosis, se da tras el contacto directo con murciélagos, cerdos o personas infectadas. Su período de incubación es de 5 a 14 días y los síntomas pueden durar entre tres días y dos semanas.
Entre estos están la fiebre, dolor de cabeza, mareo, desorientación y confusión mental, según refiere la web de los Centros de Control y Prevención de enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Asimismo, se destaca que algunas personas pueden tener síntomas respiratorios en las etapas iniciales de la infección y quienes contraen la enfermedad provocada por el virus pueden progresar fácilmente a un estado de coma en menos de 48 horas.
De acuerdo con la referida fuente, la complicación más importante de la infección por el virus Nipah, nombrado así por el lugar donde por primera vez se aisló, en Kampung Sungai Nipah, Malasia, en 1998, es la encefalitis y entre las secuelas a largo plazo se incluyen convulsiones y cambios en la personalidad.
Al igual que en 2018, enfatizó que para enfrentar al COVID-19 la estrategia se ha basado en la implementación de acciones preventivas por parte del gobierno, acompañadas de una comunicación constante con la ciudadanía, que en todo momento ha seguido las indicaciones.