El cerebro puede sufrir distintas enfermedades cerebrovasculares que en casos puede desencadenar en la muerte. Entre las principales causas de los accidentes cerebrovasculares se encuentre el estrés que causan las maratónicas jornadas de trabajo. Además de este motivo se encuentran otros vinculados a la edad y al género, haciendo más propensos a los individuos a tener inconvenientes en la cabeza.
Antes que nada hay que destacar que las enfermedades cerebrovasculares surgen cuando el suministro de sangra a una parte del cerebro es interrumpido de repente, o también los accidentes cerebrovasculares pueden aparecer cuando un vaso sanguíneo del cebero explota, generando que la sangre se traslade a espacio donde están las células cerebrales. Además es importante resaltar que hay dos tipos de ACV: el isquémico y el hemorrágico.
El primero se refiere al bloqueo del vaso sanguíneo que abastece al cerebro, mientras que el segundo a un sagrado interno o alrededor del cerebro. Según especialistas, quienes son más propensos de sufrir enfermedades cerebrovasculares son aquellas personas que tienen un trabajo que les demanda demasiado tiempo, con jornadas laborales extensas por demás.
En consecuencia, de acuerdo a voces de científicos y médicos, el estrés generado por el arduo trabajo realizado constantemente y con poco descanso, desencadenará en enfermedades cerebrovasculares. A esta causa le debemos agregar otros factores de riesgo que aumentan la posibilidad de contraer inconvenientes al cerebro, como lo pueden ser la edad (especialmente los adultos mayores) y el género. En concreto, estudios científicos decretan que los hombres por sobre las mujeres son quienes tienen más posibilidades de sufrir un ACV, mientras que las personas mayores a 55 años son más propensas.
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Por lo tanto, si estas dentro de alguno de los grupos de riesgo y empezás a sentir algunos síntomas característicos, te recomendamos asistir de carácter urgente a un médico para que te revise el cerebro. Entre las principales señales de enfermedades cerebrovasculares se destacan: adormecimiento de un lado del cuerpo, ya sea cara, brazo o pierna; confusión repentina al momento de hablar; mareos; pérdida del equilibrio y de la coordinación.
