Controlar los niveles de glucemia (glucosa en sangre) es un aspecto clave en las personas con diabetes. Normalmente, los momentos del día claves para realizar la medición de los valores de glucosa en sangre es en ayunas por la mañana y después de cada comida.
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No obstante, las personas con diabetes también deben controlar sus niveles de glucemia durante la realización de ejercicio físico. Los expertos recomiendan medir la glucosa antes, durante y después del ejercicio para establecer un control óptimo de la oscilación de los niveles al realizar el ejercicio físico y marcar una intensidad constante. También es una forma útil de observar como el organismo responde a cada tipo de ejercicio físico.
Según indican desde la Fundación Española de la Diabetes el control de la glucemia antes de realizar el ejercicio físico es el más importante de todos. Esta medición permite llevar a cabo una actividad física de forma segura.
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Análisis de glucemia antes del ejercicio físico
Es recomendable, especialmente en las personas con diabetes, realizar un análisis de los niveles de glucemia unos 15 o 20 minutos antes de iniciar la actividad física.
En este sentido, desde la Asociación Americana de la Diabetes señalan que los niveles óptimos para comenzar la actividad física se sitúan entre 90 mg/dl y 150 mg/dl. En cualquier caso, es adecuado tomar alguna cantidad pequeña de carbohidratos extras para evitar un episodio de hipoglucemia (niveles bajos de glucosa en sangre).
Si la glucemia es menor de 90 mg/dl es aconsejable tomar entre 15 gramos y 30 gramos de hidratos de carbono de rápida absorción; a excepción de si vamos a realizar ejercicios de muy corta duración y alta intensidad.
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Con niveles entre 150 mg/dl y 250 mg/dl también se podría iniciar el ejercicio físico con normalidad. Sin embargo, en caso de que sean superior a 250 mg/dl no es adecuado iniciar la actividad hasta que los niveles no se encuentren en el rango señalado anteriormente.
Durante la actividad física
Los expertos de la Fundación Española de la Diabetes aconsejan realizar alguna medición de los niveles de glucosa en sangre durante la actividad en caso de que el ejercicio físico sea de larga duración.
En este sentido, a modo de orientación, es necesario aclarar que los ejercicios de baja intensidad tienen un consumo bajo de glucosa por parte del organismo.
Por su parte, el ejercicio moderado o de alta cantidad puede provocar una modificación de la glucemia más rápidamente. En este caso es más apropiado medir la glucosa en sangre durante la realización del ejercicio físico.
Además, este control de los niveles de glucemia es especialmente necesario en los casos en los que se realiza una actividad nueva en la que desconocemos como puede reaccionar el organismo.
Seguidamente, una vez finalizado el ejercicio físico, los niveles de glucemia pueden seguir bajando, ya que los músculos continúan consumiendo glucemia.
Como conclusión desde la Fundación Española de Diabetes aportan que «son muy frecuentes las hipoglucemias nocturnas en días de mayor actividad física. Para intentar evitarlas se recomienda realizar un control de glucemia antes de ir a dormir. Si el valor obtenido es inferior a 100-120mg/dl puede ser necesario tomar un pequeño suplemento de hidratos de carbono para reducir el riesgo de hipoglucemia nocturna».
