En una gira europea llena de determinación, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky y el canciller alemán Olaf Scholz se han unido en una misión crucial: asegurar el apoyo continuo de los aliados para la victoria de Ucrania.
Tras una escala en Londres, París y Roma, Zelensky llegó a Berlín con un mensaje claro: “Es vital que la ayuda a Ucrania no disminuya el próximo año”. Y Scholz respondió con un contundente compromiso: “Alemania seguirá siendo el mayor apoyo militar de Ucrania en Europa”.
En una reunión cargada de tensión y esperanza, los líderes discutieron los detalles de un nuevo paquete de ayuda militar por valor de 1.500 millones de dólares, que incluirá sistemas de defensa antiaérea, cañones autopropulsados, tanques, vehículos blindados y más. Scholz enfatizó que Berlín se mantiene firmemente enfocado en fortalecer la capacidad de Ucrania para defenderse.
“Jugar con el tiempo no funcionará; no cejaremos en nuestro apoyo a Ucrania”, declaró Scholz, dejando claro que Alemania y sus aliados están decididos a respaldar los esfuerzos de Zelensky por lograr una “victoria” definitiva.
Mientras Ucrania enfrenta una fuerte presión en la región de Donetsk, Zelensky expresó su deseo de poner fin a la guerra a más tardar en 2025, describiendo su plan como “un puente para celebrar una cumbre de paz productiva”. Sin embargo, el líder ucraniano enfatizó que esto solo será posible con la cooperación continua de los socios occidentales.
En un giro diplomático, Zelensky también se reunió con el Papa Francisco en el Vaticano, discutiendo el estado de la guerra y las vías para lograr una paz justa y estable en Ucrania.
A medida que se acercan las elecciones estadounidenses, la determinación de Zelensky y Scholz por mantener el apoyo a Ucrania se vuelve aún más crucial. Porque en esta épica batalla por la victoria, cada aliado cuenta.
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