Una noche de celebración navideña se convirtió en una pesadilla para una familia de Orlando, Florida. Durante un espectáculo de drones sincronizados en Lake Eola Park, varios de estos dispositivos cayeron sobre la multitud, hiriendo gravemente a Alexander, un niño de 7 años.
Según relata su madre, Adriana Edgerton, el impacto del dron dejó una marca visible en el pecho de Alexander y una de las hélices le cortó la boca, dejándolo inconsciente. La fuerza del golpe dañó una válvula de su corazón, lo que requirió una cirugía de emergencia.
“Mi hija encontró a mi hijo en el suelo, con sangre saliendo de su rostro”, explicó Edgerton a WESH2, afiliado de NBC. “Esto no debería haber sucedido, ninguna familia debería pasar por algo así”.
Investigación en curso
La Administración Federal de Aviación (FAA) ha iniciado una investigación formal para determinar las causas del accidente. Expertos en drones sugieren que el incidente pudo deberse a interferencias en el GPS, errores de programación o colisiones accidentales entre los dispositivos.
Sky Elements Drones, la empresa encargada del espectáculo, expresó su solidaridad con la familia y reiteró su compromiso con la seguridad del público. “Millones de personas ven nuestros espectáculos anualmente, y estamos comprometidos a cumplir con las más estrictas regulaciones de seguridad establecidas por la FAA”, afirmaron.
Este trágico incidente ha generado preocupación sobre la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en eventos públicos que involucren el uso de drones. Mientras tanto, las autoridades continúan investigando las circunstancias que llevaron a esta lamentable situación.
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