Escenas de caos se vivieron este domingo en Bolivia, cuando simpatizantes del presidente Luis Arce y del ex mandatario Evo Morales se enfrentaron en las calles de El Alto. La “Marcha para Salvar Bolivia”, convocada por Morales, llegó a las puertas de La Paz, desatando una ola de violencia que dejó varios heridos y periodistas amedrentados.
La movilización, que partió el martes desde Oruro, buscaba exigir la habilitación de Morales como candidato presidencial para las elecciones de 2025. Sin embargo, el Gobierno de Arce considera que la verdadera intención es que Andrónico Rodríguez, afín a Morales, asuma la Presidencia.
En Ventilla, en El Alto, se registraron detonaciones de dinamita, lanzamiento de piedras y agresiones a periodistas, mientras que el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, acusó a “sectores agresivos” de atacar un cabildo en esa zona.
Ante la inminente llegada de los seguidores de Morales a La Paz, el Gobierno reforzó el contingente policial y cerró los accesos a la plaza Murillo y a la sede de la Central Obrera Boliviana (COB). Por su parte, el sector de Morales denunció “amenazas contra la integridad física” del ex presidente.
En medio de esta crisis política y social, el Gobierno de Arce envió cartas a organismos internacionales como la ONU, la ACNUDH y la CIDH, denunciando “actos de desestabilización” por parte de Morales y sus seguidores.
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