En un giro inesperado, la presidenta de Georgia, Salomé Zurabizhvili, se ha negado a reconocer los resultados de las recientes elecciones parlamentarias, alegando una “operación especial rusa” para manipular los comicios.
Según la Comisión Electoral Central, el partido gobernante Sueño Georgiano, cercano al Kremlin, obtuvo el 53,92% de los votos. Sin embargo, Zurabizhvili, tradicionalmente alineada con la oposición, afirmó que “nadie le quitará a Georgia su futuro europeo” y convocó a los ciudadanos a protestar este lunes frente al Parlamento.
“Estas elecciones no pueden ser reconocidas, no las reconozco. Reconocerlas significa reconocer que Rusia ha entrado a Georgia. Las elecciones fueron rusas, utilizaron las tecnologías para justificar las falsificaciones”, declaró la presidenta desde el palacio presidencial.
La Unión Europea también ha expresado su preocupación por las denuncias de irregularidades electorales, mientras que el expresidente Mijaíl Saakashvili, encarcelado, instó a los georgianos a protestar “masivamente” para mostrar al mundo que “luchamos por la libertad y no soportaremos la injusticia”.
En medio de esta convulsión política, el diputado de Sueño Georgiano, Irakli Kagagishvili, acusó a la oposición de “ver que pierde apoyo en el extranjero y por eso pide ayuda al exterior”. Sin embargo, Zurabizhvili se mantiene firme en su posición, afirmando que representa “la única institución independiente que queda en Georgia”.
¿Logrará la presidenta y la oposición convencer a la comunidad internacional de que estas elecciones fueron ilegítimas? Sigue de cerca la cobertura de N24 para mantenerte informado sobre este tenso escenario político en Georgia.