La dos grandes incógnitas de las elecciones generales en Brasil, que serán el próximo domingo 2 de octubre, no estriban en quién ganará la elección, sino si ocurrirá la victoria de la izquierda en la Primera Vuelta, y si el presidente Jair Bolsonaro, reconocerá los resultados, que anticipan su derrota.
De acuerdo con el experto en procesos democráticos, el Dr. Daniel Zovatto, todas las encuestas se han mantenido estables en las últimas semanas, y determinan que el candidato presidencial de la izquierda, el expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva, es el amplio favorito, por lejos, para ganar la Primera Vuelta, con hasta de 15 puntos de ventaja respecto a su contendiente, el actual presidente, Jair Bolsonaro, y con pronósticos de lograr hasta el 47 por ciento de los votos.
“No está claro, de acuerdo con las encuestas, si Lula Da Silva pueda ganar definitivamente la presidencia en la Primera Vuelta”, señaló el doctor Zovatto en entrevista con Joaquín López-Dóriga.
Afirmó, además, que dichos estos pronósticos, el asunto relevante de la elección de este fin de semana no es si Lula gana o no, porque todo se perfila que así será, sino si el candidato puede ganar en la Primera Vuelta o si Brasil deberá vivir la Segunda Vuelta
“El tema no es si gana o no Lula, si puede ganar en Primera Vuelta o requerirá el balotaje”, agrega.
Brasil, además de presidente, elegirá a vicepresidente, congreso, gubernaturas y más de mil legisladores locales. Esto hace, señaló Zovatto, que “lo que vamos a ver a partir del lunes es una profunda reconfiguración del mapa y del escenario político brasileño”.
“La diferencia en Brasil es que, mientras para la presidencia, si no sacas la Segunda Vuelta, el Congreso sí quedará integrado en la Primera Vuelta”, agregó.
De lograrse el escenario previsto y gana Lula Da Silva, por primera vez en América Latina, las seis principales economías de la región (México con Andrés Manuel López Obrador; Colombia, con Gustavo Petro; Argentina, con Alberto Fernández; Chile, con Gabriel Boric; y Perú, con Pedro Castillo, y Brasil), estarían en manos de gobiernos de izquierda.
Sin embargo, si se hace la comparación de la ola de la izquierda en la región de inicios de siglo, hay dos salvedades hoy: las condiciones de gobernabilidad son totalmente diferentes, con animadversiones y retos muy distintos y más complejos, y las concepciones de la izquierda son muy distintas.
El politólogo y jurista concluyó que la gran interrogante, el gran “fantasma” presente en las elecciones brasileñas del próximo domingo, será si el presidente Jair Bolsonaro reconocerá su derrota o convocará a impugnar.
“Nunca había ocurrido una elección en América Latina, una competencia tan polarizada entre un presidente que busca un segundo período, frente a un expresidente que busca un tercer periodo, con un presidente que denuncia y demanda garantías”, finalizó. López-Dóriga Digital
