La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo el miércoles que los ensayos clínicos del fármaco hidroxicloroquina se reanudarán, tras haber sido suspendidos para efectuar una revisión de seguridad en la búsqueda de tratamientos contra el coronavirus.
Sobre la base de los datos de mortalidad disponibles, el grupo ejecutivo comunicará a los principales investigadores que pueden reanudar los ensayos con hidroxicloroquina”, anunció el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una teleconferencia de prensa.
La decisión de suspender los ensayos fue tomada por la OMS el pasado 25 de mayo luego de la publicación de un estudio en la revista médica The Lancet, que consideraba ineficaces y hasta contraproducentes la cloroquina y sus derivados como la hidroxicloroquina para luchar contra la COVID-19, dijo en aquella ocasión el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Según el polémico artículo, la hidroxicloroquina se relacionó con un mayor riesgo de muerte en comparación con aquellos que no recibieron el tratamiento, en un estudio realizado en 96 mil pacientes con esta enfermedad.
Los autores del estudio dijeron que no podían confirmar si tomar hidroxicloroquina producía beneficios en pacientes infectados.
Hace unas semanas la hidroxicloroquina también fue noticia después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que la había consumido por un tiempo como medida preventiva contra la COVID-19.
Gobiernos de Europa también detuvieron uso de hidroxicloroquina
Tras la suspensión del medicamento contra la malaría por parte de la OMS, gobiernos europeos también detuvieron el uso de la hidroxicloroquina para tratar a los pacientes con COVID-19.
Las medidas fueron tomadas por los gobiernos de Francia, Italia y Bélgica, además un regulador del Reino Unido también se suspendió una investigación en curso que involucraba a 40 mil trabajadores de la salud.
La polémica del estudio
Una investigación de The Guardian reveló este miércoles que detrás del estudio se encuentra Surgisphere, una compañía con sede en Estados Unidos, y que entre sus empleados parece incluir un escritor de ciencia ficción y un modelo de contenido para adultos.
De acuerdo con el reportaje del medio inglés, esta compañía también ha proporcionado otros datos para múltiples estudios sobre la COVID-19, pero ha hasta ahora “no ha podido explicar adecuadamente sus datos o metodología”.
Dos de las principales revistas médicas del mundo, Lancet y New England Journal of Medicine, publicaron estudios basados en datos de Surgisphere.
Por su parte, The Lancet tomó distancia del criticado estudio, incluso giró una “alerta a los lectores sobre el hecho de que surgieron serias cuestiones científicas” sobre este estudio, actualmente bajo una auditoría promovida por varios de sus propios autores, indicó la revista.
Esta advertencia fue publicada el martes como una “expression of concern” (“expresión de preocupación”), un término formal empleado por las revistas científicas cuando un estudio plantea potencialmente un problema.