¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas parecen incapaces de resistir la tentación de hacer bromas sobre aquellos que consideran más exitosos? No es que sientan la necesidad de burlarse de todos, claro. Nadie pierde el tiempo molestando a alguien que no percibe como una amenaza. Aquí es donde entra la psicología y, claro, un poco de humor ácido.
Desde un enfoque científico, la cosa es así: cuando alguien se cruza con otra persona que está “subiendo la escalera del éxito” más rápido, su cerebro emite una alerta. ¡Peligro, peligro! En ese momento, un cóctel de inseguridad, envidia y un toque de autoestima tambaleante comienza a burbujear. El resultado es la creación de lo que los psicólogos llaman “mecanismos de defensa”. ¿Y qué mejor defensa que un ataque disfrazado de humor?
Como explica el psicólogo Alfred Adler, uno de los pioneros en la psicología individual, este comportamiento a menudo surge de un “sentimiento de inferioridad” que lleva a las personas a intentar restablecer su autoestima a través de la crítica o la burla de aquellos que perciben como superiores. Es la famosa “compensación” en acción: si no puedo subir al nivel de esa persona, al menos puedo intentar bajarla un poco con un comentario ingenioso.
Lo interesante es que este fenómeno raramente ocurre con personas que se perciben como menos exitosas. ¿Por qué? Porque esas personas no representan una amenaza para la frágil estructura de autoestima que se tambalea como un castillo de naipes. Es más fácil ignorar a los que están “por debajo”, pero cuando alguien “por encima” aparece, es hora de sacar el escudo del sarcasmo.
Así que, la próxima vez que te encuentres en el blanco de una broma sarcástica, recuerda: es menos sobre ti y más sobre las inseguridades del bromista. En el fondo, el humor no es más que un pequeño grito de ayuda: “¡Mírame, no me siento tan bien conmigo mismo!”
En resumen, si alguien siente la necesidad de burlarse de ti por tu éxito, solo hay una respuesta realmente científica: sigue brillando. ¡Al final del día, es la forma más divertida de devolver la broma!