Buenos Aires – En un giro inesperado, el mayor tribunal penal de Argentina ha ratificado la condena de seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos a la ex presidenta Cristina Fernández. La poderosa figura política de las últimas dos décadas ha sido encontrada culpable de defraudación al Estado.
La medida, sin embargo, no implica que la ex vicepresidenta (2019-2023) y líder del peronismo pierda su libertad de inmediato. Fernández, de 71 años, tiene previsto apelar el fallo ante la Corte Suprema, un proceso que podría tardar años en resolverse.
Momentos antes de conocerse la resolución, Fernández publicó un video en X anunciando que se dirigía a una localidad cercana a Buenos Aires para “compartir una actividad con la intendenta Mariel Fernández y 400 mujeres”, terminando su mensaje con un beso al aire.
La condena se debe a un fraude millonario al Estado, según el tribunal federal, por la asignación irregular de obras públicas en la provincia de Santa Cruz a un empresario cercano durante su mandato presidencial (2007-2015). Fernández ha denunciado que fue víctima de una persecución judicial orquestada por opositores.
Junto a Fernández, el empresario de la construcción Lázaro Báez y varios ex funcionarios del gobierno también fueron sentenciados a cumplir distintas penas de cárcel.
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