Rusia anuncia la primera detención por el asesinato del general Igor Kirillov, jefe de las Fuerzas de Defensa Nuclear, Biológica y Química del país. Las autoridades afirman que el sospechoso, un ciudadano uzbeko de 29 años, fue reclutado por los servicios de inteligencia ucranianos.
Según el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB), el detenido explicó durante el interrogatorio que había sido contratado por Ucrania para vigilar la residencia de Kirillov y colocar un explosivo en su monopatín eléctrico. La detonación del artefacto acabó con la vida del general y su asistente.
El FSB reveló que al sospechoso se le había “garantizado” una recompensa de $100,000 y un viaje a un país europeo si lograba el asesinato. También afirmaron que el hombre instaló una cámara que transmitía en vivo a sus contactos en Ucrania.
Kirillov, de 54 años, era una figura militar de alto rango en Rusia. Había sido acusado por Ucrania de ser responsable del uso masivo de armas químicas prohibidas, y estaba sancionado por el Reino Unido por el supuesto empleo de este tipo de armamento en el conflicto.
El atentado contra el general Kirillov es el asesinato de un alto mando militar ruso de mayor relevancia desde el inicio de la invasión a Ucrania hace casi tres años. Las imágenes del lugar muestran los daños causados por la explosión en el edificio donde vivía.
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