Un nuevo informe de Human Rights Watch (HRW) acusa a Israel de llevar a cabo una “campaña deliberada y sistemática” de desplazamiento masivo de palestinos en Gaza, que equivaldría a crímenes de guerra y contra la humanidad. Según el informe, las fuerzas israelíes han demolido ilegalmente y de forma “deliberada y controlada” viviendas e infraestructura civil, con el aparente objetivo de crear “zonas tapón” y “corredores de seguridad” de los que los palestinos serán desplazados permanentemente.
“Israel ha violado descaradamente su obligación de garantizar que los palestinos puedan regresar a sus hogares, arrasando prácticamente todo en amplias zonas”, declaró Nadia Hardman, investigadora de HRW. Las fuerzas armadas israelíes, por su parte, niegan que exista una “doctrina” para causar daños a la infraestructura civil y afirman que emiten órdenes de evacuación para proteger a los civiles.
El informe llega después de que el Departamento de Estado de EE.UU. afirmara que Israel no había violado la legislación estadounidense, una postura que contrasta con las conclusiones de las organizaciones de ayuda sobre la “terrible realidad” en Gaza. Según el Ministerio de Salud local, más de 43.000 palestinos han muerto y más de 102.000 han resultado heridos en el último año.
HRW insta a los países a detener la venta de armas a Israel e imponer sanciones para presionarle a cumplir con sus obligaciones internacionales de proteger a los civiles. También hace un llamamiento a la Corte Penal Internacional para que investigue el presunto desplazamiento forzoso como crimen contra la humanidad.
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