En un giro sorprendente, Corea del Norte ha volado con explosivos varias secciones de las carreteras y líneas ferroviarias que la conectaban con Corea del Sur. Este acto unilateral, que ha sido condenado por el gobierno del Sur, marca un retroceso en los esfuerzos de reconciliación entre ambos países.
Las imágenes muestran columnas de humo elevándose en la frontera, mientras excavadoras y camiones militares norcoreanos trabajan en la zona bajo la supervisión de oficiales. Este movimiento se enmarca en la estrategia del régimen de Kim Jong-un de “separar completamente” a las dos Coreas, abandonando así el objetivo histórico de la reunificación.
Según expertos, este giro responde a un cambio de enfoque del régimen, que ahora prioriza el fortalecimiento de su poder interno y las negociaciones directas con Estados Unidos, relegando a Corea del Sur a un segundo plano.
“Es deplorable que Corea del Norte continúe con este comportamiento regresivo”, declaró el portavoz del Ministerio de Unificación surcoreano, Koo Byoung-sam. Seúl también recordó que las infraestructuras destruidas fueron construidas con fondos del Sur, lo que agrava aún más la situación.
La tensión en la península coreana se ha intensificado, con ambos países intercambiando acusaciones y amenazas. Mientras tanto, la frontera, una de las más fortificadas e impenetrables del mundo, permanece cerrada y bajo un fuerte control militar.
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