Escenas de pánico en Rafah
El desespero por conseguir alimentos llevó a miles de palestinos a enfrentarse al caos en un centro de distribución de ayuda en Rafah, donde soldados israelíes dispararon al aire para contener a la multitud. La nueva Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), respaldada por EE.UU., intentaba repartir suministros tras el bloqueo israelí que desde el 2 de marzo ha provocado escasez crítica de alimentos y medicinas.
El saldo trágico
Según reportes, tres palestinos murieron y 46 resultaron heridos durante el incidente, mientras siete personas permanecen desaparecidas. Testigos describieron escenas de pánico cuando cientos de personas comenzaron a empujar para acceder a los suministros. “Fue aterrador. La gente corría, pero algunos seguían intentando conseguir ayuda a pesar de los disparos”, relató Ayman Abu Zaid, un desplazado gazatí.
Las versiones enfrentadas
Mientras el ejército israelí afirmó que solo realizó disparos de advertencia, Hamas calificó el operativo como un “fracaso estrepitoso”. El primer ministro Benjamin Netanyahu admitió una “pérdida momentánea de control”, pero aseguró que la situación volvió a la normalidad.
La polémica sobre la ayuda
La GHF, acusada por algunos de servir a intereses israelíes, ha distribuido 8,000 cajas de alimentos (equivalente a 462,000 comidas) desde cuatro centros. Esto contrasta con los cientos de puntos de distribución de la ONU. Las críticas señalan que el nuevo sistema obliga a los civiles a recorrer largas distancias bajo condiciones peligrosas.
El costo humano continúa
Mientras tanto, los bombardeos israelíes han dejado al menos 30 palestinos muertos en las últimas horas, elevando el saldo total a más de 54,000 fallecidos y 123,000 heridos desde octubre de 2023. Cerca de 180,000 personas han sido desplazadas solo en los últimos 10 días, según la Organización Internacional para las Migraciones.
Declaraciones que encienden la polémica
El ministro de Seguridad israelí, Itamar Ben Gvir, generó indignación al afirmar que “lo único que necesitan los palestinos es una bala en la cabeza”. En contraste, el ex primer ministro Ehud Olmert acusó a Israel de cometer “crímenes de guerra”.
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