Conmoción en Buenos Aires: Una manifestación pacífica de jubilados se convirtió en el escenario de una violenta represión policial, dejando un rastro de heridos y detenidos.
La marcha, apoyada solidariamente por clubes de barrio, hinchas de fútbol y organizaciones sociales, se enfrentó a una brutal respuesta de las fuerzas de seguridad enviadas por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Durante cuatro horas, los manifestantes sufrieron disparos de gas pimienta, balas de goma y chorros de agua, en una escena que ha indignado a la sociedad argentina.
Entre los heridos se encuentra el reportero gráfico independiente Pablo Grillo, quien se encuentra en estado grave, y una mujer que recibió un impacto en la cabeza. Más de 120 personas fueron detenidas, según el Centro de Estudios Legales y Sociales.
La represión comenzó cuando los jubilados, que rechazan los recortes a sus pensiones y las medidas económicas del presidente Javier Milei, marchaban pacíficamente. Luego, se sumaron clubes de barrio, sindicalistas y otros sectores para acompañarlos, pero fueron brutalmente reprimidos.
Las imágenes de la brutal represión han causado conmoción en todo el país, con cacerolazos en varios barrios y exigencias de renuncia del presidente Milei. La sociedad argentina se ha levantado en indignación ante este acto de violencia contra los adultos mayores.
¿Hasta dónde llegará el gobierno de Milei en su afán de acallar las voces disidentes? Esta brutal represión contra una marcha pacífica de jubilados es un claro reflejo de la creciente tensión social en Argentina.