En un escenario de constante tensión, las tropas rusas y ucranianas han reportado avances diarios de uno o dos kilómetros en las regiones fronterizas de Donetsk y Kursk. Ambos bandos parecen estar librando una batalla por el control de las vías de suministro, en un intento por debilitar al enemigo.
Según analistas militares, el Ejército ruso ha decidido concentrar sus ataques en torno a la ciudad de Pokrovsk, un importante nudo logístico en la zona de Donetsk bajo control ucraniano. Las fuerzas rusas se encuentran a tan solo 10 kilómetros de la ciudad, lo que ha llevado a las autoridades a ordenar la evacuación de familias con niños.
Por otro lado, en la región rusa de Kursk, las tropas ucranianas han avanzado en las últimas dos semanas, llegando a amenazar con rodear a cerca de 3,000 soldados rusos en el distrito de Glushkovo. La destrucción de los puentes sobre el río Seim ha dificultado la retirada de las fuerzas rusas, que se enfrentan a un escenario crítico.
El comandante en jefe del Ejército ucraniano, Oleksandr Syrskyi, ha revelado que Ucrania controla 93 localidades rusas y un área de 1,263 kilómetros cuadrados. Además, ha informado que Rusia lanza 44,500 proyectiles al día, tres veces más que Ucrania, aunque esta última ha logrado interceptar uno de cada cuatro misiles rusos.
La batalla por el dominio fronterizo continúa, con ambos bandos buscando obtener ventajas estratégicas en un conflicto que parece lejos de resolverse.
