La política mexicana se ha convertido en un campo de batalla, con miles de estudiantes de Derecho marchando en las calles de la capital contra la controvertida reforma judicial propuesta por el presidente López Obrador. Por un lado, el mandatario cuenta con el apoyo masivo de sus seguidores en el Zócalo, quienes aplauden la idea de que los jueces sean elegidos por voto popular. Por el otro, los manifestantes temen que esto socave la independencia del poder judicial y ponen en duda si la mera popularidad garantiza la idoneidad de los magistrados.
“Ejercimos nuestro voto con la esperanza de tener un Congreso balanceado. Tristemente, esa no fue la realidad y ahora estamos viendo las consecuencias de no tener contrapesos”, explica Ricardo Mendoza, estudiante de 20 años del Tecnológico de Monterrey. Los jóvenes abogados en ciernes defienden la carrera judicial como una cuestión de meritocracia, argumentando que la experiencia y la preparación son fundamentales para un sistema judicial sólido.
Mientras tanto, en el Zócalo, López Obrador ha lanzado un llamado a favor de la reforma, recibiendo el respaldo entusiasta de sus seguidores. La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ha asumido la defensa de la iniciativa como si fuera suya, dejando claro que el presidente cuenta con el apoyo de su círculo más cercano.
Con la nueva legislatura a punto de iniciar, los estudiantes han llevado su protesta hasta las puertas del Senado, donde se prevé que la reforma sea aprobada en los próximos días. “¡En dónde están, en dónde están, los senadores que nos iban a escuchar!”, han coreado los manifestantes, conscientes de que su voz corre el riesgo de ser ahogada por la mayoría oficialista.
¿Logrará la reforma judicial de López Obrador imponerse a pesar de las protestas estudiantiles? Sigue de cerca la cobertura de N24 para mantenerte informado sobre este apasionante debate que sacude los cimientos de la democracia mexicana.
