La reciente detención de Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador del temido Cártel de Sinaloa, ha desatado una ola de violencia sin precedentes en la región. Según los datos, los homicidios se han disparado en los días posteriores a su arresto, con un aumento alarmante de víctimas.
Tras la captura del narcotraficante el 25 de julio, el gobierno mexicano se vio obligado a movilizar a 600 militares para intentar controlar la situación. El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, informó que 10 personas fueron asesinadas en hechos relacionados con la detención de Zambada.
“La violencia se ha desatado como una tormenta”, afirma el experto en seguridad Mike Vigil. “Los grupos rivales están aprovechando la debilidad del Cártel de Sinaloa para intentar hacerse con el control del territorio”.
Según los datos recopilados, antes de la captura de Zambada, los homicidios diarios en Sinaloa fluctuaban entre 0 y 7 casos. Sin embargo, en los días posteriores al 25 de julio, la cifra se disparó, llegando a registrarse hasta 6 asesinatos en un solo día.
Aunque la situación parecía estabilizarse a mediados de agosto, la violencia volvió a resurgir con fuerza, alcanzando picos de 6 homicidios diarios. Expertos como Vigil temen que esta ola de crímenes se prolongue mientras los grupos criminales se disputan el vacío de poder dejado por la detención del “Mayo” Zambada.
“Estamos ante una verdadera tormenta de violencia que amenaza con desestabilizar aún más la región”, advierte el gobernador Rocha Moya. “El gobierno federal está haciendo todo lo posible por contener esta ola de crímenes, pero la situación sigue siendo muy delicada”.
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