Reuters.- El Banco de México (Banxico) dijo que las presiones sobre la inflación local tendrán un carácter transitorio, sin embargo, retrasó su fecha estimada de convergencia a la meta al tercer trimestre de 2022, según la minuta de su última reunión de política monetaria publicada el jueves.
A fines de junio, Banxico elevó sorpresivamente su tasa clave en 25 puntos base a un 4.25%, citando la necesidad de evitar afectaciones en las expectativas del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
“La mayoría (de miembros de la Junta de Gobierno) apuntó que se anticipa que las presiones sobre la inflación tengan un carácter transitorio”, detalló la minuta. No obstante, añadió que “ahora se estima que la inflación general converja a la meta de 3% en el tercer trimestre de 2022”. Antes, la convergencia se esperaba para la segunda mitad del próximo año.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló más temprano que la inflación interanual de México se mantuvo en un 5.88% en junio, prácticamente sin cambios respecto a mayo, pero todavía muy por encima de la meta permanente de Banxico.
Al respecto, el secretario de Hacienda dijo que existe un debate acerca de si las presiones inflacionarias son temporales o permanentes. “La impresión que tenemos nosotros es que algunos de estos cambios son temporales”, explicó el miércoles en una entrevista con la televisora estatal Canal Catorce.
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El funcionario, que fue propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador para sustituir al actual gobernador de Banxico desde 2022, añadió que para definir la dirección de la política en el futuro se deberá entender si las presiones son o no permanentes, además de monitorear el ritmo de recuperación.
El movimiento en la tasa de referencia de Banxico, que no era esperado por el mercado, se dio luego de una decisión dividida al interior de su Junta de Gobierno, en la que los subgobernadores Galia Borja y Gerardo Esquivel votaron a favor de mantenerla inmóvil.
“En circunstancias económicas de alta incertidumbre, un endurecimiento no previsible de la postura monetaria podría interpretarse como un cambio en el ciclo y no como un refuerzo de la postura actual”, explicó Borja en su argumentación.
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