El peso mexicano ha sufrido una caída constante en los últimos meses, convirtiéndose en la moneda de peor desempeño en los mercados emergentes. Sin embargo, los expertos de JPMorgan Chase & Co. ven esta situación como una oportunidad única para los inversores dispuestos a asumir cierta volatilidad.
Desde las elecciones de junio en México y la reforma judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el peso ha perdido aproximadamente un 14% de su valor frente al dólar. Esta tendencia a la baja ha llevado a algunos de los principales bancos a cerrar sus recomendaciones alcistas sobre la moneda mexicana.
No obstante, Saad Siddiqui, estratega de renta fija de mercados emergentes de JPMorgan, insiste en que la caída del peso representa una oportunidad de oro. Según Siddiqui, algunas de las fortalezas estructurales de México, como los sólidos balances comercial y externo, y la tendencia al nearshoring, eventualmente se reafirmarán como impulsores de la fortaleza del peso.
“A los 19 pesos por dólar, no hay duda sobre la valoración del peso”, afirma Siddiqui. El banco ha lanzado una recomendación de sobreponderar desde noviembre de 2022, a pesar de que el peso se ha debilitado 1.1% desde entonces.
La volatilidad en el tipo de cambio también se ve influenciada por las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, el principal socio comercial de México. Existe la preocupación de que un posible triunfo del expresidente Donald Trump pueda llevar a un aumento de los aranceles, lo que afectaría aún más al peso.
Aun así, JPMorgan mantiene su confianza en que el peso mexicano se recuperará eventualmente. “En algún momento, el peso mexicano será un activo importante”, dice Siddiqui. “Solo necesitamos que el mercado confíe en que esto se recupere”.
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