Mamá Lucha paró en seco una serie de críticas en redes sociales, que acusaban a Bodega Aurrerá de alterar precios de sus productos, para ofrecer falsos descuentos.
La cuenta de Twitter de la tienda, que usualmente personifica a Mamá Lucha, mascota de Bodega Aurrerá, contestó a Sharon Duarte en su cuenta de Twitter, cuando la consumidora alertó que en el pasillo de detergentes para ropa, un Persil líquido tenía un precio en papeleta de 145 pesos a 128 pesos. Este último precio también aparecía impreso en etiqueta adherible, que se coloca en el estante donde se exhiben los productos, lo que crea la falsa sensación de que se trata de precios originales.
La respuesta zanjó por completo una serie de críticas que se habían hecho a los precios mostrados por la tienda en etiqueta y en papeleta, tradicionalmente usada para mostrar el comparativo de precios y revelar la gran rebaja que tiene mucho de su inventario y que al día de hoy se ha convertido en un proceso clave para la marca.
Generar cultura de consumo ha establecido en las marcas una pauta muy interesante, llevando a muchas de ellas a hacer activismo a favor de la experiencia que brindan en punto de venta o desarrollando productos.
Hay un enfoque muy poderoso en esta actividad de las marcas alcanzando el interés del consumidor a través de sus precios y se establece un recurso trascendental en ello: la capacidad que hay en entender lo que es relevante en el mercado. Un caso muy valioso para comprenderlo lo reportamos con el Té Arizona, que incluso se convirtió en un caso de diseño al despedirse de su vieja imagen de lata, donde lucía un precio de 99 centavos de dólar y mostraba a hora un precio superior al dólar.
If you weren’t panicking before..now is the time
If you weren’t panicking before..now is the time pic.twitter.com/CLWIVx4QYA
— PULL UP on meh (@__cordazzle) June 15, 2022
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