Desde hace tiempo, Honda parece haber dado en el blanco con la fórmula del CR-V. Crearon un SUV tan interesante, que ya se ha convertido en uno de los modelos más vendidos en el mundo. Su nueva generación no arriesga nada, y creo que ahí está la clave. Paradójicamente, el Honda CR-V 2023 cambia por completo y es, a la vez, continuista. Podríamos decir que es una fórmula corregida y aumentada para seguir siendo uno de los C-SUV más relevantes en México… aunque haya un precio a pagar.
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Con CR-V siempre ha sucedido algo muy curioso: por mucho que lleguen nuevos diseños, siempre es fácil identificarlo como un CR-V. Probablemente esta nueva generación experimenta con una apariencia menos polémica y quizá hasta cierto punto conservadora, pero los diseñadores de Honda también consiguieron un aspecto más atlético e imponente.
Honda CR-V Touring $819,900 Motor: 4 cilindros turbo de 1.5 litros
Potencia: 188 hp @ 6,000 rpm
Par: 177 lb-pie @ 1,700 rpm
Transmisión: Automática CVT
Tracción: Delantera
Frenos: Disco / disco
Peso: 1,609 kg
Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
Suspensión trasera: Independiente multibrazo
Longitud: 4,695 mm
Cajuela: 1,113 litros
Consumo en ciudad: 8.8 km/l
Capacidad del tanque: 57 litros
Fabricado en: Estados Unidos
Todas las versiones llegan a México con faros y calaveras de LED. Hay rines de aluminio de 18″ a 19″.
Comparado con el modelo anterior, el Honda CR-V 2023 es casi 7 cm más largo. A simple vista se nota más grande, aunque eso se debe en buena medida a que imita el estilo del nuevo Civic, con un cofre bastante largo, faros estirados y una parrilla de buen tamaño. La trasera conserva el sello de diseño de CR-V: calaveras verticales en forma de L.
Su punto fuerte, como siempre, está al interior
Si de primer vistazo notas mucho de Civic en el nuevo CR-V, estás en lo correcto. El tablero tan delgado y con esa rejilla que se extiende hacia las orillas es similar —por no decir que el mismo—. En términos de diseño me gusta lo que encuentro. Es simple, pero no simplón, y aun en plena era de digitalización, CR-V apuesta por controles físicos para el A/C y una perilla para ajustar el volumen en la pantalla. Gracias, Honda.
Encontrar una buena posición de manejo es sencillo y los asientos son particularmente cómodos. Todos los botones quedan a la mano y los instrumentos son fáciles de leer. Al centro ahora hay una pantalla de 9″ compatible de manera inalámbrica con Android Auto y Apple CarPlay. Frente al conductor hay un cuadro de instrumentos parcialmente digital bastante funcional, pero se extrañan gráficos más avanzados y resulta extraño no encontrar un clúster totalmente digital como sí sucede en Civic.
En general, el refinamiento a bordo sube de nivel. Los materiales transmiten calidad y los ensambles se sienten sólidos. Además, como suele ser habitual en CR-V, hay varios huecos para colocar objetos y una cabina sumamente amplia. El lugar atrás es inmenso y muy probablemente el mejor de la categoría, junto con el volumen de carga. Es un SUV superamplio y práctico.
El CR-V 2023 llega a México con tres versiones
La gama del Honda CR-V 2023 en México queda compuesta por las tres versiones que ya existían: Turbo, Turbo Plus y Touring. Desde el más accesible incluye freno de estacionamiento eléctrico, cámara de reversa, cancelación activa de ruido, climatización automática y pantalla de 7” con Android Auto y Apple CarPlay.
Conforme escalas en la gama, se van sumando esta pantalla de 9”, sistema de sonido Bose de 12 bocinas, cargador inalámbrico, quemacocos, tapicería en piel, espejo electrocrómico, parabrisas acústico, sensores de proximidad y ajustes eléctricos para asientos delanteros.
En términos de confort me parece completo, aunque con una etiqueta que ya rebasa los 800,000 pesos, no deberían caber ausencias. ¿Qué me faltó? Quizá asientos con calefacción y ventilación, cámara de visión de 360º, sensor se lluvia o una toma de corriente para enchufes caseros.
En cuanto a asistentes de manejo, Honda también se vio tímida. Sólo la versión Touring los incluye. Entre la suite encontraremos freno autónomo de emergencia, asistente de mantenimiento de carril, control crucero adaptativo, luces alta automáticas y un asistente de manejo semiautónomo en tráfico pesado. Sigue al auto de adelante a baja velocidad y se hace cargo de aceleración, freno y dirección. Bastante útil.
El monitor de punto ciego queda a deber. Lleva el sistema LaneWatch, que activa una cámara al poner la direccional derecha, pero no da tan buena visibilidad si está lloviendo y sólo asiste del lado derecho, no del izquierdo, y tampoco ayuda a reemplazar a la alerta de tráfico cruzado trasero.
Al volante gusta por su buena calidad de marcha
El Honda CR-V 2023 utiliza la renovada plataforma del nuevo Civic. Esa es una muy buena noticia porque el manejo queda a muy buen nivel. Se siente sólido, preciso y sumamente cómodo. La calidad de marcha está entre lo mejor de la categoría; es suave y aísla perfectamente, sin recurrir a una suspensión demasiado blanda que genere cabeceos excesivos o inclinación innecesaria. Me gusta la puesta a punto.
CR-V no es para nada un SUV de intenciones deportivas. Al volante no lo es, pero aún así transmite muy buena sensación de control. La dirección tiene más peso del habitual, lo cual también transmite más precisión, sin llegar a cansar. Creo que está en el punto exacto y entre lo mejor de la categoría en términos de conducción.
Ahora el motor. Estamos ante una actualización del motor turbo de 1.5 litros de la generación pasada, ahora con 188 hp y 177 lb-pie. Son 2 lb-pie menos que antes, pero ahora entrega el poder a más bajas revoluciones y se nota. El turbolag prácticamente no existe. La respuesta del acelerador es inmediata, y aunque está lejos de ser explosiva o rápida, tiene la potencia correcta para la categoría. Se mueve con soltura, sin prisa, pero tampoco a paso lento. Está bien para los estándares del segmento.
Quizá lo menos agradable del conjunto es la transmisión automática CVT. Es una de las mejores CVT que hay actualmente en el mercado, pero sigue siendo una CVT. Simula correctamente los cambios, no es ruidosa y reacciona rápido, sin embargo, aún tiene ese clásico efecto de quedarse demasiado tiempo en un mismo rango de revoluciones cuando hundimos bastante el pie en el acelerador.
Con todo lo anterior, CR-V promedia alrededor de 8.8 km/l en ciudad, que no me parece un consumo precisamente bajo, pero sí congruente con las cifras de la categoría.
8.8 Acabados9 Seguridad9.5 Equipamiento9 Infotenimiento9 Comportamiento9 Motor9 Transmisión8 Consumo8 Espacio10 Precio7 A favor Muy buen nivel de manejo.
La cabina es sumamente espaciosa y práctica.
Las asistencias están bien afinadas. En contra El precio es alto.
Honda LaneWatch no reemplaza al monitor de punto ciego.
La caja CVT cumple, pero no enamora.
Uno de los SUV más interesantes… y costosos
El Honda CR-V 2023 demostró ser todo lo que debe ser un SUV compacto. Es increíblemente amplio y práctico, su conducción es suave y refinada y el equipamiento cumple con las necesidades de todos los días. Realmente no tiene un punto flaco… salvo el precio.
CR-V es el primer SUV de esta categoría cuyo tope de gama cruza la frontera de los 800,000 pesos. Esta versión Touring cuesta 819,900 pesos, es decir, alrededor de 35,000 pesos arriba del que solía ser el más costoso de la categoría, el Tiguan. ¿Me parece uno de los mejores SUV de la categoría? Sin duda, pero con un precio a pagar.
Agradecemos a Estacionamientos Deprisa por las facilidades para la realización de la sesión fotográfica. Para más información acerca de sus instalaciones, visita su página web.
El precio de sus demás versiones tampoco es el más accesible. La gama ahora parte de 714,900 pesos para la versión Turbo —más costoso que el tope de gama de algunos competidores— y 769,900 pesos para la Turbo Plus. En estas versiones no se incluyen los asistentes avanzados de manejo que algunos de sus rivales llevan de serie desde versiones básicas, por casi 200,000 pesos menos.
Dentro de su portafolio y mirando en el panorama de la categoría, la opción más interesante es la tope de gama… para quien esté dispuesto a pagar más de 800,000 pesos por un SUV compacto.
