Este trimestre, el peso está superando ampliamente el desempeño de sus pares mundiales, y analistas de Standard Chartered y Rabobank dicen que la moneda está lista para extender su repunte hasta fin de año.
Desde finales de junio, el peso se ha apreciado casi 10 por ciento frente al dólar, el mejor rendimiento entre las 140 monedas seguidas por Bloomberg. El peso también ha entregado el carry trade No.1, que son las ganancias obtenidas al tomar prestado dólares y comprar valores denominados en pesos a corto plazo, una recompensa para los inversionistas con las agallas para comprar pesos después de una abrupta baja de 18 por ciento en medio de una venta masiva en el primer semestre de 2020.
El peso se fortaleció en los últimos meses en medio de un retroceso del dólar, obteniendo un impulso adicional de las apuestas sobre un resurgimiento del sector manufacturero y las tasas de interés relativamente altas de México. El repunte ha creado dinámicas técnicas que apuntan a mayores ganancias hacia el futuro, y los analistas dicen que una postura más agresiva del Banco Central debería preservar el atractivo del peso para los operadores de carry trade.
“El peso mexicano es atractivo por sus características financieras y fundamentales”, dijo Ilya Gofshtyen, estratega de Standard Chartered en Nueva York que predice que el peso ganará alrededor de 5 por ciento para terminar el año a 20 por dólar. “El carry trade es, por supuesto, una variable, pero México también se beneficiará de la recuperación de la fabricación a nivel mundial y del fuerte repunte en el sector automotriz de Estados Unidos en particular”.
La aceleración de la inflación ha dado a los encargados de política monetaria pocas opciones más que mantener una de las tasas de interés más altas del mundo, y los economistas encuestados por Citibank predicen solo un ligero recorte para fin de año. En un mundo inundado por la liquidez y tasas de interés negativas en muchos mercados desarrollados, el índice de referencia de 4.5 por ciento de México tiene mucho atractivo para los inversionistas.
Al mismo tiempo, la disminución de la volatilidad de la moneda está haciendo que las apuestas largas en pesos sean una opción más segura. La volatilidad implícita dólar-peso a un mes disminuyó de 18.8 por ciento el 30 de junio a 14.7 por ciento a fines de julio, y a 13.3 por ciento al 31 de agosto, la lectura más baja desde fines de enero. Esto se combina con un repunte de 3.2 por ciento del peso spot en julio, seguido de un avance de 1.8 por ciento en agosto.
La dinámica ayudó al peso a fortalecerse la semana pasada más allá de su promedio móvil de 200 días por primera vez desde marzo. Christian Lawrence, analista de Rabobank en Nueva York, dice que romper la barrera le da a la moneda un camino claro hacia 20 por dólar.
El carry trade “todavía se ve bien, por eso el peso se está desempeñando bien”, dijo Lawrence. Él predice que la moneda podría apreciarse a 20 en octubre; sin embargo, los posibles aumentos en la volatilidad podrían ser un obstáculo en el camino.
El mayor impulso que recibió el peso en este trimestre fue la depreciación del dólar estadounidense. Pero, para el resto del año, el principal impulsor serán las altas tasas de interés de México, según Sacha Tihanyi, subdirector de estrategia de mercados emergentes de TD Securities en Toronto.
La fortaleza del peso probablemente continuará hacia fines de año, “pero a un ritmo más moderado”, dijo. “El atractivo de rendimiento para el peso sigue siendo una característica muy clave de su rendimiento”.:
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