La emblemática marca de moda rápida Forever 21 se ha visto obligada a declararse en bancarrota por segunda vez en seis años, cerrando sus operaciones nacionales en Estados Unidos. Esta noticia sacude al sector de la moda, donde la creciente competencia en línea y la disminución de la afluencia de clientes en los centros comerciales han creado un entorno altamente desafiante.
Según el director financiero de la compañía, Brad Sell, la principal causa de su declive ha sido la incapacidad de hacer frente a la competencia de las empresas extranjeras de moda rápida, que han aprovechado la exención de impuestos para los paquetes de bajo costo procedentes de China y han socavado su poder de fijación de precios.
“No hemos podido encontrar una solución sostenible para el futuro, dada la competencia de las empresas extranjeras de moda rápida”, declaró Sell.
La compañía, que en su apogeo llegó a emplear a 43,000 personas y a registrar más de $4,000 millones en ventas anuales, se ha visto abrumada por las pérdidas, acumulando una deuda de $1,580 millones.
El auge del comercio electrónico y la lenta desaparición de los centros comerciales estadounidenses han sido factores clave en la caída de Forever 21 y otras empresas de ropa como Express. “Las tiendas físicas como Forever 21 operan en un entorno altamente competitivo donde el coste de hacer negocios es elevado y aumenta con la inflación”, afirmó Sarah Foss, directora de asuntos legales y reestructuración de Debtwire.
A pesar de los esfuerzos por recuperarse tras su primera quiebra en 2019, Forever 21 no ha logrado frenar las pérdidas. Ahora, la compañía se encuentra en proceso de liquidación de sus tiendas en Estados Unidos, mientras que sus operaciones internacionales no se verán afectadas.
¿Será este el final de una era para la moda rápida? Descubre más sobre la caída de este gigante y cómo la industria se está adaptando a los desafíos del mercado actual en N24, tu fuente de noticias de negocios de vanguardia.
