Tras un fin de semana decepcionante en Zandvoort, donde el Red Bull de Checo Pérez quedó a la zaga de los McLaren, el piloto mexicano se enfrenta a una misión cada vez más complicada: mantener a su equipo en la lucha por el campeonato de constructores.
A pesar de un sólido desempeño en los entrenamientos libres, Pérez no pudo traducir esa forma en la carrera, terminando sexto mientras que su compañero Max Verstappen tampoco pudo dar caza a los veloces monoplazas de Lando Norris y Daniel Ricciardo.
El RB20 de Red Bull parece haber perdido el ritmo en comparación a inicios de temporada, cuando Verstappen y Pérez dominaban con facilidad. Ahora, incluso Ferrari ha logrado superar al bólido austriaco, lo que pone en jaque las aspiraciones de la escudería de Milton Keynes.
El reto de Checo es doble: no solo debe estar cerca de Verstappen, sino también mantener a raya a los Ferrari y McLaren que amenazan con arrebatarle el subcampeonato a Red Bull en el mundial de constructores. Una tarea nada sencilla considerando el actual rendimiento del RB20.
Pérez deberá aprovechar cada oportunidad que se le presente en lo que resta de temporada para sumar puntos valiosos que permitan a Red Bull defender su título. Su experiencia y capacidad de adaptación serán cruciales, pero el equipo también tendrá que hacer un trabajo impecable a nivel de estrategia y puesta a punto.
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