El delantero francés comunicó que no renovará contrato con el PSG, situación que genera incertidumbre por dónde jugará en el futuro.
Dime si has oído esto antes: La figura número 1 del fútbol de menos de 35 años anuncia que no firmará una renovación de contrato con su club, Paris Saint-Germain, lo que significa que dentro de 12 meses será agente libre.
Excepto por el COVID, parece que estamos de vuelta en 2021, ¿verdad?
Kylian Mbappé le comunicó a PSG que no hará uso de la opción de un año en el contrato que firmó hace 13 meses (lo que hace que las fotos de él posando con esa tonta camiseta de 2025 parezcan aún más ridículas ahora, ¿cierto?).
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En aquel entonces, como ahora, PSG quedó estupefacto. En aquel entonces, como ahora, se especulaba con la posibilidad de que el club tuviera que venderlo este verano. En aquel entonces, como ahora, Real Madrid parecía el destino más probable, dados los posters de Cristiano Ronaldo que tenía en la pared cuando era pequeño, dada la afición de Florentino Pérez por los Galácticos (las superestrellas) y dado el hecho de que se pueden contar con los dedos de una mano los clubes que pueden costearlo.
Dos consideraciones obvias -e interconectadas- vienen a la mente aquí. La primera es que, si eres una joven superestrella de las que cambian de clubes por grandes sumas y estás dispuesto a apostar por ti mismo, lo mejor son los contratos más cortos.
Kylian Mbappé no renovará su contrato con el PSG y quedará en libertad. ESPN
En otros tiempos, los contratos largos se concebían para garantizarle al jugador estabilidad y seguridad, sabiendo que el futuro financiero de sus hijos y nietos estaría asegurado. Pero la realidad es la siguiente: jugadores como Mbappé ya tienen el futuro asegurado a los 24 años. Lo que pierden en dinero garantizado, lo ganan en libertad y control sobre sus propias carreras.
Tal vez sea cosa de la Generación Z, pero la perspectiva de un único trabajo seguro durante toda la vida profesional (y un reloj de oro al final) no necesariamente tiene el mismo atractivo que para quienes les precedieron. Sobre todo, teniendo en cuenta que el riesgo de sufrir una lesión que ponga fin a sus carreras y la pérdida de ingresos están cubiertos por las cuantiosas primas que pagan en seguros.
Mbappé y la familia que lo asesora entienden mejor que nadie la ventaja que esto supone.
Tomemos como ejemplo su última renovación con PSG. Podría haberla firmado en cualquier momento entre 2019 y 2021, y habría sido una bonanza. Pero esperó hasta el final para poder fichar con Real Madrid o conseguir el “dos más uno” que tanto ansiaba. Y le valió la pena, incluso si eso significaba que, durante sus primeras temporadas en París, seguiría con su contrato original y, por lo tanto, estaría relativamente mal pagado.
Lo que nos lleva al segundo punto. Sí, Mbappé tiene todas las cartas… ¿pero quién está sentado al otro lado de la mesa? ¿Con quién puede jugar realmente, metafórica y prácticamente? Aquí se produce una enorme sensación de deja vu.
Si es Real Madrid, si supera la amargura de haber sido plantado en el altar hace 13 meses. Si es PSG, si hace el mismo giro de 180 grados con freno de mano que hizo el pasado mes de mayo y opta por renovar su contrato (o cambia de opinión sobre la opción de un año más). Si Mbappé cambia de equipo este verano, habrá que pagar el pase, y, suponiendo que quiera quedarse en Europa sin un fuerte recorte salarial, las únicas otras opciones están en Manchester, y ambas son muy remotas.
United, a pesar de alegar pobreza e incertidumbre sobre su propietario, probablemente podría encontrar el dinero, pero es difícil ver a Mbappé queriendo sumarse a un club en reconstrucción en este momento. Mbappé le añadiría aún más calidad a City, y una dupla de Haaland-Mbappé sería una fantasía, pero ¿querría Pep Guardiola meter mano en su máquina ganadora? (Y, aunque lo hiciera, ¿querría Mbappé compartir el protagonismo, después de haberlo hecho los dos últimos años? ¿Y querría arriesgarse, teniendo en cuenta los cargos de la Premier League contra City y la posibilidad de que Guardiola se marche cuando venza su contrato en 2025, si no antes)?
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Si el plan es que Mbappé fuerce un pase este verano -recordemos que él dice que no es así, sino que simplemente no va a hacer uso de la opción de su contrato-, puede que tenga palanca, pero no pretendientes.
¿Podría ser diferente dentro de un año? Quizá Thomas Tuchel pueda convencerlo de hacer una “elección de estilo de vida” en Bayern. Tal vez Arsenal o Liverpool estén listos o dispuestos a hacer una movida audaz. Quizá Chelsea esté de nuevo en la Champions League y el grandioso plan de Todd Boehly de repente tenga sentido. O tal vez Barcelona tenga más palancas para accionar. Todo lo anterior es posible, pero nada es probable.
Esa es la ironía. Independientemente del peso que pueda tener, sus opciones son limitadas. No es precisamente un monopsonio – una condición de mercado en la que sólo hay un comprador – pero tampoco dista mucho de esa situación y todos los caminos conducen a Real Madrid… a menos que la historia se vuelta a repetir. Y esa posibilidad hace que Madrid tenga una actitud un tanto precavida.
En 2021, cuando le quedaba un año a su contrato, PSG pasó gran parte del verano diciendo que él no se iba a marchar. Cumplieron con su palabra, rechazando repetidamente las ofertas de Real Madrid que ascendieron hasta €180m (alrededor de $200m). Cuando la ventana de pases cerró en septiembre de 2021, Real Madrid se encogió de hombros y pensó, “bien, lo sumaremos como agente libre el próximo verano y gran parte de esos €180m que iban a ir a PSG, en cambio irá a él”.
Pero Mbappé lanzó una comba con su extensión de mayo de 2022, que dejó a Madrid enfurecido y al presidente de la Liga, Javier Tebas – que se estaba deleitando ante el prospecto de un astro global sumándose a su liga – quejándose ante la UEFA sugiriendo que PSG estaba incumpliendo con las reglas de sustentabilidad financiera.
Por lo tanto, no podemos descartar esta posibilidad, pero uno tiene la sensación de que el comportamiento de PSG este verano nos dará algún indicio de cómo podrían resultar las cosas. ¿Serán más atractivos para Mbappé, quizá con una reconstrucción creíble, quizá alrededor de talento francés joven con él como la figura central? ¿O será el mismo zoológico caro dominado por agentes del año pasado? ¿Intentarán encontrar un comprador para él, antes de perderlo como agente libre el próximo año? En agosto deberíamos tener una idea bastante clara. Pero todos los indicadores apuntan a Real Madrid por varias razones. Se encuentran en un lugar decente financieramente hablando. Tienen la segunda nómina salarial más alta (detrás de PSG) en Europa, pero eso se verá mitigado con las partidas de Marco Asensio, Karim Benzema y Eden Hazard, y quizá también las de Luka Modric y Toni Kroos. Y el hecho es que, aunque su nómina haya aumentado, Madrid en realidad tuvo una ganancia de €160m ($175m) en el mercado de pases desde 2020 – el dinero está, incluso con la adición de Jude Bellingham. (De hecho, fichar al que quizá sea el mejor jugador adolescente del mundo, debería ayudar a que Mbappé se sienta atraído por lo que se está armando en el Bernabéu).
¿Hay una mala sensación después de lo que sucedió hace 13 meses, quizá la idea de no tropezar dos veces con la misma piedra? Ellos pensaron que él estaba esperando para marcharse con ellos. A nadie le gusta que lo dejen plantado, mucho menos a Florentino Pérez. Puede ser, pero estamos hablando de Mbappé y no te conviertes en una persona millonaria como Florentino dejando que el ego se interponga en estas situaciones. Si puedes fichar al mejor jugador del mundo (o uno de los mejores) a los 25 años sin tener que pagar nada a otro equipo, lo haces, aunque te haya usado como la niña mala de una película de John Hughes dos años atrás.
A algunos les preocupa el hecho de que Vinicius, el presente y futuro de Real Madrid, también juega por la derecha, al igual que Mbappé, y que a este último no le gusta jugar por el medio. No creo que sea un problema. No es una obligación que Madrid tenga que jugar con un 4-3-3, se puede encontrar una solución allí.
Los mayores indicadores, sin embargo, son las potenciales alternativas. Si Mbappé no se compromete con Real Madrid este verano o el próximo, y si no hace otra movida como la de 2022 y extiende con PSG, ¿a dónde irá?
Y esa es la ironía de la situación. La idea del corto plazo le da a Mbappé libertad y control… ¿pero libertad para hacer qué? En el panorama actual, a menos que acepte una reducción de su salario o haga algún acuerdo sumando ganancias o acciones con la MLS o se mude a Arabia Saudita, sus opciones son limitadas: PSG o Real Madrid.
Pueden esperar que esta historia continúe durante un largo tiempo, pero me sorprendería si el resultado termina siendo otro de estos dos clubes antemencionados.