La Asociación de Pilotos de Grandes Premios (GPDA) ha lanzado una contundente respuesta a la Federación Internacional del Automóvil (FIA) en relación a las recientes decisiones sobre el lenguaje de los corredores.
Esta nueva telenovela comenzó cuando el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, anunció que se castigaría más severamente el uso de malas palabras por parte de los pilotos. Sin embargo, parece que sus advertencias no fueron bien recibidas, especialmente por el campeón Max Verstappen.
Después de que Verstappen utilizara un lenguaje inapropiado en una conferencia de prensa, fue convocado a la dirección de carrera y se le impuso un servicio comunitario como castigo. Poco después, Charles Leclerc también fue multado por una expresión similar.
Ante esta situación, la GPDA, liderada por Alex Würz y George Russell, ha emitido una contundente respuesta dirigida al presidente de la FIA. En ella, defienden que los pilotos son “gladiadores” que ofrecen un gran espectáculo a los aficionados, y que existe una diferencia entre “jurar” e “insultar a otros”. Además, instan a Ben Sulayem a que también reflexione sobre su propio tono y lenguaje cuando se dirige a los corredores.
La GPDA también ha vuelto a solicitar transparencia financiera a la FIA y una discusión abierta sobre el destino de las sanciones económicas impuestas. “Todos los involucrados deben decidir juntos dónde va el dinero, para que nuestro deporte se beneficie”, concluyen.
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