Sven-Göran Eriksson, el legendario entrenador sueco que dirigió a cuatro selecciones nacionales, entre ellas Inglaterra y México, falleció a los 76 años tras una dura batalla contra el cáncer de páncreas. Su trayectoria estuvo marcada por momentos icónicos, como la histórica victoria 5-1 sobre Alemania, y también por revelaciones indiscretas que sacudieron su carrera.
Eriksson, conocido por su carisma y pasión por el fútbol, dejó una huella imborrable en el deporte. Dirigió a estrellas como David Beckham y Michael Owen, llevando a la selección inglesa a los cuartos de final de los Mundiales de 2002 y 2006, así como de la Eurocopa de 2004. Fue el primer entrenador no británico en tomar las riendas del equipo.
Después de su paso por Inglaterra, Eriksson también entrenó a la selección de México, Costa de Marfil y Filipinas, además de una docena de clubes en Italia, Portugal y Suecia. Su legado se extiende más allá de los logros deportivos, pues se le recuerda como un hombre positivo y generoso, que siempre buscó hacer lo mejor por sus jugadores y el fútbol.
Tras conocer su diagnóstico, Eriksson tuvo la oportunidad de visitar algunos de los clubes que dirigió, recibiendo una ovación de despedida que lo llenó de orgullo y gratitud. Personalidades como el Príncipe William y el Primer Ministro británico Keir Starmer rindieron homenaje a su trayectoria, destacando su carisma y pasión por el deporte.
La partida de Sven-Göran Eriksson deja un vacío en el mundo del fútbol, pero su legado como entrenador innovador y embajador del deporte perdurará por siempre. ¡Descansa en paz, leyenda del balompié!