El presidente de la FIFA asistió al velatorio del astro brasileño en el que se expresó sobre su legado y el homenaje que considera necesario por parte del mundo del fútbol. (1:17)
Infantino: ‘Le vamos a pedir a las federaciones que tengan un estadio con el nombre de Pelé’ (1:17)
Gianni Infantino, presidente de la FIFA, y otras personalidades del mundo del fútbol estuvieron presentes
El velatorio de Pelé, fallecido el pasado jueves a los 82 años, comenzó este lunes para que los aficionados brasileños rindan homenaje al mítico delantero, considerado por muchos el mejor futbolista de la historia.
La ceremonia se celebra en el césped del estadio Vila Belmiro, en la ciudad de Santos, donde “O Rei” jugó como local la mayor parte de su carrera deportiva, con la presencia del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y de otras personalidades del mundo del fútbol.
Las exequias, con el féretro abierto, comenzaron con cinco minutos de retraso con respecto al horario previsto, con la apertura de puertas a los aficionados que deseaban dar el último adiós al tricampeón mundial.
Antes de ese horario, Edinho, hijo de Pelé, y el exjugador Zé Roberto cargaron el ataúd, ayudados por personal del Santos, hasta una carpa situada en el centro de la cancha, un espacio que está reservado para los familiares.
Una segunda carpa, ubicada en paralelo, sobre la línea del área grande, está dedicada a las autoridades del mundo del fútbol y la política.
La ceremonia se celebra en el césped del estadio Vila Belmiro donde “O Rei” jugó como local la mayor parte de su carrera deportiva. Getty Images
Los aficionados entraron por una puerta lateral y se acercaron al féretro por una pasarela ubicada a unos pocos metros de la carpa principal, mientras en la megafonía del estadio se oía una canción de samba llamada “Eu sou Pelé” (yo soy Pelé), interpretada por el exjugador.
A la hora del inicio de la ceremonia, centenares de aficionados brasileños guardaban fila ante la puerta del estadio del Santos, algunos de los cuales pasaron la noche en el lugar.
En las gradas del Vila Belmiro colgaban decenas de camisetas blancas con el dorsal 10 de Pelé, así como pancartas enormes en las que se lee “Viva el Rey”, “Pelé 82 años” y “único en parar una guerra”.
El velatorio durará 24 horas para luego comenzar un cortejo fúnebre que recorrerá las calles de Santos, ciudad portuaria ubicada a unos 80 kilómetros de Sao Paulo, donde falleció el exfutbolista.
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El cortejo pasará por la zona del Canal 6, donde vive la madre de Pelé, Celeste Arantes, que tiene 100 años de edad, antes de dirigirse al cementerio Memorial Necrópolis Ecuménica, donde será sepultado en una ceremonia privada, reservada a los familiares.
Pelé falleció el pasado jueves en el hospital de Sao Paulo donde estaba ingresado desde hacía un mes por un fallo multiorgánico causado por el cáncer de colon que le fue diagnosticado en 2021.
La muerte de Pelé ha causado conmoción en el deporte rey y en Brasil, donde el Gobierno decretó luto oficial de tres días.
“Tenemos que recordarlo en un lugar donde se marquen goles, se sientan emociones…”. Gianni Infantino, Presidente de FIFA, aseguró que le pedirá a las federaciones que nombren un estadio de su país en tributo a Pelé.
"Tenemos que recordarlo en un lugar donde se marquen goles, se sientan emociones…". Gianni Infantino, Presidente de FIFA, aseguró que le pedirá a las federaciones que nombren un estadio de su país en tributo a Pelé. pic.twitter.com/SqYQZi90lF
— SportsCenter (@SC_ESPN) January 2, 2023
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Filas interminables para despedir a Pelé
Miles de brasileños se volcaron en masa este lunes para despedir al mayor jugador de fútbol de la historia del país, ‘O Rei’ Pelé, quien falleció el pasado jueves a los 82 años de edad.
La fila se extendió por más de dos kilómetros, serpenteando por varias cuadras en torno al estadio Vila Belmiro, donde este lunes se abrió la capilla ardiente al público.
Los aficionados pasaron varias horas en la fila, bajo un sol abrasador en pleno verano brasileño, para poder ver durante unos breves segundos el cuerpo sin vida del tres veces campeón mundial.
El féretro descansaba bajo una carpa blanca en el centro de este estadio centenario, construido en 1916, que se sitúa en un barrio residencial de casas bajas y calles estrechas, ahora decoradas con banderas y carteles que recuerdan al mítico 10.
El alcalde de Santos, Rogério Santos, calculó que cerca de 300,000 personas podrían pasar por el velatorio, que permanecerá abierto hasta la mañana del martes.
Eso supondría un flujo constante de más de 200 personas por minuto, pero para el desespero de muchos, la fila avanzaba a un ritmo bastante más lento.
No obstante, la ciudad de Santos, de 430,000 habitantes, se volcó para despedir a su mayor ídolo. Otros muchos brasileños se acercaron principalemente desde una megalópolis como Sao Paulo, ubicada a 80 kilómetros, y desde otras ciudades más distantes.