El joven caminó con la bocina amarrada a su espalda, pantalón de mariachi, tenis y un sombrero de charro decorado.
Los otros aficionados que estaban en el lugar no dudaron en grabar y reían a carcajadas por la ocurrencia del joven que caminaba alegremente por la calle.
El sonido de “se compran colchones, tambores, refrigeradores, estufas, lavadoras, microondas o algo de fierro viejo que venda” también causó gracia entre los locales, que a pesar de hablar otro idioma disfrutaron del momento.






