Brasilia. El izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva comienza este lunes a lidiar con los desafíos de gobernar por tercera vez Brasil, un país partido en dos, aunque su primer reto es el silencio del presidente derrotado en el balotaje, Jair Bolsonaro.
GALERÍA: “El país está de vuelta”: Lula da Silva, tras ganar por un estrecho margen.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT), de 77 años, se impuso a Bolsonaro por un margen muy estrecho, con el 50.9 por ciento de los votos frente a 49.1 por del ultraderechista, de 67 años.
Pasadas más de 12 horas desde el resultado oficial, Bolsonaro no se ha pronunciado sobre la victoria de Lula, reconocida de inmediato por numerosos líderes de la comunidad internacional, entre ellos por el estadunidense Joe Biden.
El ultraderechista se recluyó el domingo en la residencia oficial de la Alvorada en Brasilia y este lunes llegó al Palacio de Planalto sin dar declaraciones, constató un fotógrafo de la Afp.
Apenas algunos aliados parlamentarios del presidente admitieron la derrota en redes sociales, donde el bolsonarismo suele estar activo de manera permanente.
Camioneros y otros manifestantes bloqueaban el lunes varias carreteras de Brasil, en una aparente protesta por la derrota de Bolsonaro, informaron las autoridades.
La bolsa de Sao Paulo cedía 1.58 por ciento poco después de la apertura, mientras el real brasileño se depreciaba frente al dólar, a 5,40 desde el cierre del viernes en 5.30.
Lula con Alberto Fernández
Lula se reunirá este lunes en Sao Paulo con el argentino Alberto Fernández, un aliado de larga fecha, informó la presidencia en Buenos Aires.
Consciente de los retos que tendrá a partir del 1 de enero de 2023, cuando asumirá en el Palacio del Planalto, Lula reconoció en su discurso tras la victoria que le tocará gobernar “en una situación muy difícil” y señaló que es necesario restablecer “la unidad” de los brasileños.
La transición podría marcar un primer desafío para Lula, explicó Paulo Calmon, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Brasilia.
“Lula debe cuidarse, primero, de una ‘tercera vuelta’: de cualquier desafío que Bolsonaro y sus aliados puedan crear, como (Donald) Trump en Estados Unidos, para deslegitimar su victoria y movilizar a su electorado contra él”, dijo Calmon.
La diferencia en votos fue de dos millones, la victoria más ajustada de la historia en Brasil para una segunda vuelta, tras una campaña polarizada y tensa.
El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva derrotó por un margen estrecho al presidente Jair Bolsonaro, en un retorno sorprendente. Los resultados oficiales muestran que Lula aseguró 50.9% del voto frente a 49.1%, de Bolsonaro, cuando se ha contado 99.9% de los sufragios. Vía Graphic News.